De la Gran Muralla China a la plaza del Pilar

Los visitantes chinos se han convertido en los primeros en el ranquin del turismo internacional en la capital aragonesa. Ya superan la suma de franceses e italianos.

Jorge Aguadero, Mei y Mira Wang, disfrutando de las vistas de la plaza del Pilar.
Jorge Aguadero, Mei y Mira Wang, disfrutando de las vistas de la plaza del Pilar.
Toni Galán

Son muchos y cada vez vienen más. Se les reconoce porque se agolpan en las zonas turísticas de Zaragoza por excelencia: la plaza del Pilar o el palacio de la Aljafería. Suelen ir en grupos numerosos y un traductor o intérprete se encarga de facilitarles la estancia con un idioma tan diferente a su chino mandarín. No importa la época del año, aunque el verano suele ser la preferida de los turistas chinos que viajan a Zaragoza dispuestos a dejarse enamorar por la ciudad. Y vaya si se enamoran.

Según los datos ofrecidos por el INE a fecha 30 de junio, 34.294 turistas chinos han recorrido ya las calles de Zaragoza este 2018, por lo que a final de año se podrían alcanzar los 68.000. Desde que en 2013 comenzara a ser incipiente, el turismo chino no dejado de crecer. Tras unas campañas de marketing y comercialización llevadas a cabo por Zaragoza Turismo en el año 2014, que dieron sus frutos con un aumento del 470% de visitantes respecto al año anterior, los chinos se han convertido en el primer turista internacional de Zaragoza, sumando más viajeros que los franceses e italianos juntos, que ocupan el segundo y tercer puesto en el ranquin.

Aunque su origen no es asiático, Jorge Aguadero hizo el pasado agosto de guía particular de Mei. "Además del Pilar, me ha gustado mucho el Pabellón Puente", comentaba Mei con un español más que correcto debido a los años que lleva viviendo en Barcelona y otras ciudades españolas. Al igual que la mayor parte de los turistas chinos que llegan a Zaragoza, Mei y Jorge solo pasaron una noche en la ciudad.

"Esto es la tónica general del turismo chino. Si venían 1.000 turistas chinos se registraban 1.000 estancias de simplemente una noche", comenta el jefe de congresos de Zaragoza Turismo, Miguel Ángel Argente. Sin embargo, y cada vez en mayor medida, se está experimentando un incremento del número de noches que pasan estos turistas en la capital. Tanto es así que en el año 2017 se registraron 61.000 pernoctaciones sobre 54.000 viajeros, lo que "implica un incremento considerable de turistas", tal como explica Miguel Ángel Argente.

La claridad y las croquetas

Muchos son los atractivos de la ciudad. La Lonja, el palacio de la Aljafería, la basílica, la Seo o el Museo Goya concentran a la mayoría de estos turistas que, además, se sienten atraídos por algo que los ciudadanos contemplan como lugares de paso: los puentes. A pesar de que su país destaca por contar con impresionantes puentes que encabezan la lista de los más altos y largos del mundo, para Mei, Zaragoza cuenta con "algunos que son especiales", como el de Piedra.

El Tubo también tiene cierto encanto y los chinos acuden a él, atraídos por el bullicio de los bares y, en el caso de Mei, por los manjares en forma de croqueta preparados por una taberna en especial. "La comida que más me gusta de Zaragoza, son las croquetas de Doña Casta".

El tan odiado cierzo por una gran parte de los zaragozanos, despierta el sentimiento opuesto para los turistas chinos, que lo asocian con "limpieza". Además, debido a que viven en uno de los países con mayor índice de contaminación, aunque se haya reducido considerablemente en estos años, agradecen alejarse por unos días de los cielos oscuros y las mascarillas que usan en ocasiones para evitar problemas de salud. Alaban la claridad y el azul del cielo de Zaragoza.

Un viaje sin una bolsa de ‘souvenirs’ no es un viaje, aunque los turistas chinos parecen no pensar lo mismo. "Entrar entran mucho, pero no compran casi nada", comenta el propietario de Luisa Artero, una tienda de productos típicos situada en la plaza del Pilar. Además, añade que sienten predilección por los dulces cuando se deciden a comprar.

Los que sí que notan su afluencia son los bares y restaurantes situados en plena plaza del Pilar, donde estos turistas acuden en numerosos grupos a disfrutar de la gastronomía aragonesa. Aunque también están los que prefieren no arriesgarse y optan por comer en restaurantes chinos para sentirse como en casa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión