El buen tiempo está poniendo su granito de arena para que las fiestas de Tarazona sean un éxito a diferencia del año pasado, cuando las lluvias constantes deslucieronlos festejos e incluso provocaron la cancelación de algunos actos. El sol y el calor también estuvieron presentes en el reparto de migas a la pastora que se celebró este miércoles en el parque de Pradiel.

La fila para coger el almuerzo era inmensa y serpenteaba entre los árboles hasta llegar al paseo Gabriel Cisneros. Los miembros de la brigada municipal fueron los encargados de cocinar unas suculentas migas a la pastora para más de 1.500 personas, y como era de esperar, las raciones se terminaron. "Hay que dar el reconocimiento que se merecen a todos los servicios municipales que están trabajando durante todos estos días para que las fiestas transcurran con normalidad", señaló Julio Gracia, concejal de Festejos.

Mientras que algunos prefirieron llevarse los platos a casa y dejarlas para la hora de la comida, otros optaron por degustarlas allí mismo, recién hechas "que están más buenas" y así coger fuerzas para el resto de la jornada, la tercera de las fiestas patronales en honor de San Atilano.