El tardío inicio de la operación asfalto provoca retenciones en el entorno de la plaza de Europa

"Dejarse los deberes para el final del verano tiene estas consecuencias", decían este lunes unos vecinos en el Portillo, al ver cómo su supuesta plácida mañana de agosto se transformaba en una sinfonía de bocinazos y de máquinas taladradoras. La operación asfalto comenzó este lunes en la plaza de Europa y el que los trabajos estuvieran anunciados no evitó que se formaran atascos a primera hora de la mañana. Agentes de la Policía Local tuvieron que acercarse a regular el tráfico, dado que las máquinas para arreglar el firme ocuparon más de un carril y la zona se convirtió en un cuello de botella. La plaza de Europa es un punto sensible en la ciudad –por ella pasan a diario unos 60.565 vehículos– y las primeras retenciones no tardaron en formarse en dirección salida de la ciudad. El tramo entre la zona de Casa Emilio y el obelisco de la rotonda –que ya perdió un carril con la construcción del carril bici– tardaba en recorrerse hasta diez minutos.

Las brigadas trabajaron en la mejora del asfaltado en el paseo de María Agustín y aunque las obras se hacen por medias calzadas, "dejando al menos un carril de circulación y garantizando todos los movimientos" –explican fuentes municipales– la circulación fue lenta en las horas punta. Los atascos se dejaron notar también en algunas vías de la margen izquierda y en tramos del paseo de Echegaray y Caballero, dado que la obra de la plaza de Europa es una de las de mayor volumen este 2018: se están cambiando 1.112 metros cuadrados de calzadas.

"Han tenido cuatro semanas con la ciudad vacía para hacer estas obras. No entiendo por qué empiezan justo cuando regresa el tráfico a la ciudad", comentaban este lunes pacientes conductores, a la espera de que los agentes les permitieran hacer sus maniobras. La operación asfalto acostumbraba siempre a hacerse las primeras semanas de agosto, pero este año el cronograma de actuaciones previstas se inició esta semana y se prolongará hasta bien entrado septiembre. De hecho, las máquinas fresadoras también se asomaron este lunes por las calles de Vicente Aleixandre y Rigoberta Menchú y, al menos, hasta el 7 de septiembre se las podrá ver junto a la avenida de Santa Isabel.

El gobierno de ZEC asegura que este retraso tiene un único responsable y es el Gobierno de Aragón, dado que la operación asfalto se financia con los créditos que la DGA tuvo retenidos hasta el pasado 13 de agosto y que permiten captar deuda al Ayuntamiento. Así, aseguran que no podían poner en funcionamiento las obras antes, pero minimizan las afecciones y afirman que hasta mitad de septiembre no se recupera el volumen de tráfico en la ciudad, por ejemplo, con la suma de los autobuses escolares.

Las intervenciones este año, además, no han estado exentas de polémica, pues CHA denunció que no se había contado con los barrios para diseñar un inventario de calles (antaño las juntas de distrito priorizaban viales) y el PP acusó al gobierno municipal de improvisación. Incluso el propio responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, reconoció que debía hacerse un arreglo más ambicioso de las calzadas de la ciudad, pero lamentó que la oposición prefiriera destinar el remanente municipal (1,3 millones) a otras obras "no tan urgentes".

Las complicaciones de tráfico podrían reeditarse este martes cuando la operación asfalto aborde otro punto crítico como es el cruce de Valle de Broto. Los dos próximos días se mejorará el firme en el tramo entre las rotondas de la avenida de los Pirineos y la de Salvador Allende. Además, las brigadas municipales se asomarán también a otras calles que podrían conllevar pequeños problemas de desvíos como Joaquín Costa, el paseo del Canal o Miguel Servet.