Los últimos flecos de la Operación Cuarteles

Zaragoza compró en la Transición 16 edificios al Ejército que corrieron suerte dispar. Hoy, 40 años después, Pontoneros y San Agustín todavía esperan una nueva vida.

El Ayuntamiento reformará el antiguo cuartel de San Agustín para ampliar el albergue municipal.
El Ayuntamiento reformará el antiguo cuartel de San Agustín para ampliar el albergue municipal.
R. Labodía

El pasado mes de julio, el gobierno de ZEC anunció la ampliación del albergue municipal mediante la reforma de los restos del antiguo convento de San Agustín. El inmueble, de origen religioso, tuvo un uso militar desde 1836 y fue adquirido por el Ayuntamiento de Zaragoza durante la Transición en la denominada Operación Cuarteles. A través de este convenio, la ciudad se hizo con un total de 16 instalaciones del Ejército, que obtuvo a cambio 1.217 millones de pesetas (unos 7,3 millones de euros) y se desplazó a otros emplazamientos nuevos a las afueras. De todos los inmuebles comprados, el de Pontoneros y el citado convento de La Magdalena siguen esperando una nueva vida más de 40 años después.

Las conversaciones para este macroproceso de compraventa, que se desarrolló por fases, las inició en los últimos años del franquismo el alcalde de la capital aragonesa Mariano Horno y las culminó desde el mismo cargo Ramón Sainz de Varanda, en 1980, con la firma para la entrega del último lote de inmuebles. De esta manera se hacía realidad una de las mayores actuaciones urbanísticas en la historia de Zaragoza para regenerar un notable número de céntricas parcelas de terreno y dotarlas de servicios para la ciudadanía.

De la piqueta al renacer

Como recuerda el historiador del arte Javier Martínez en un estudio sobre esta operación, "para comprender los motivos que justificaban la existencia de un número tan alto de instalaciones militares en Zaragoza hay que recordar la larga tradición de la ciudad como lugar clave de acantonamiento de tropas dentro del noreste de España", en especial desde la Revolución Francesa y la Guerra de la Independencia.

A lo largo de las décadas siguientes a la adquisición de los cuarteles, el consistorio ha dado usos y respuestas urbanísticas de lo más variados. Algunas instalaciones fueron víctimas de la piqueta, dado su mal estado de conservación o sus posibilidades de reurbanización. Así ocurrió, por ejemplo, con el cuartel de Hernán Cortés, cuya demolición abrió un enorme solar en el centro de Zaragoza que permitió, entre otras intervenciones, construir la Biblioteca de Aragón, un aparcamiento subterráneo o la sede de la junta del distrito Centro.

Igualmente, se derribaron Artillería, para construir el IES Ramón y Cajal; San José, para prolongar el Camino de las Torres; el Corral de la Leña, para crear una zona ajardinada; Automovilismo, que dio lugar a numerosos servicios en Tenerías como un colegio o un centro deportivo; San Lázaro, donde ahora se han recuperado sus ruinas; y el cuartel de Torrero y los Polvorines, también de este barrio, que permitieron ampliar el cementerio y conectar la avenida de San José con el Canal Imperial.

Reconvertidos para la ciudad

Por contra, otros edificios incluidos en la Operación Cuarteles no solo se mantuvieron en pie, sino que fueron mejorados con su reconversión. Así ocurrió con el palacio de la Aljafería que, tras su uso militar durante años, fue adquirido por el Ayuntamiento con este convenio. Su cesión parcial –en 1985– para ubicar la sede de las Cortes de Aragón se hizo definitiva en 1994.

También se dieron nuevos usos a la Sociedad Hípica, como centro deportivo municipal Gran Vía; al cuartel Palafox, que alojó a la Policía Local, un parque de Bomberos o la Filmoteca; y al Gobierno Militar, reconvertido en servicios municipales como Medio Ambiente o Movilidad Urbana.

En cuanto al cuartel del convento de San Agustín, tras ser recuperado en 1978 por el Consistorio, parte del terreno que ocupaba se destinó al albergue municipal y al Centro de Historias. Ahora ZEC quiere ampliar las instalaciones del primero con una partida de 3,3 millones de euros. Se espera que los trabajos comiencen en 2019 y se prolonguen hasta el siguiente.

En el pabellón del antiguo cuartel se instalarán los recursos técnicos del albergue y los servicios sociales de la Magdalena. Para entrar a las instalaciones se habilitarán tres entradas desde la calle de Alonso V, los patios interiores y la calle de Asalto.

Un futuro más oscuro tiene, en cambio, el cuartel de Pontoneros. Cuarenta años después sigue acentuando su deterioro por el desuso y la falta de mantenimiento. En todos estos años se barajó instalar el Archivo del Reino de Aragón, la Audiencia Provincial, una residencia universitaria... ZEC ha intentado crear miniapartamentos con usos comunes, pero no ha alcanzado un acuerdo político suficiente para ejecutarlo.

La Aljafería

El palacio, usado como cuartel militar durante años, fue adquirido con este convenio por el Ayuntamiento, que lo cedió parcialmente en 1985 a las Cortes de Aragón para la ubicación de su sede, y de forma definitiva en 1994.

Gobierno Militar

El antiguo convento de Carmelitas Descalzas, entre las calles de Bilbao y Albareda, se utilizó como sede del Gobierno Militar. Hoy acoge diferentes servicios municipales, como Movilidad Urbana o Medio Ambiente.

Parque de Artillería

Esta instalación militar ocupaba 16.440 metros cuadrados entre las calles de Agustina de Aragón y de Ramón Pignatelli. Su compra permitió prolongar la calle de Mayoral y construir el IES Ramón y Cajal.

San José

También fue víctima de la piqueta. Su terreno (11.302 m2) sirvió para prolongar el Camino de las Torres hasta el puente de la Unión.

Corral de la Leña

A mediados de los años 70 el Consistorio reconvirtió este espacio en un pequeño parque junto a la calle de Asalto.

5º Grupo de Automóviles y Jefatura

Sus derribos permitieron ejecutar, junto al río Ebro, la prolongación del paseo de Echegaray y Caballero, el colegio público Tenerías y el centro de salud Rebolería, entre otros equipamientos y mejoras para esta zona de la ciudad.

Hípica

Con más de 20.000 metros cuadrados de superficie, fue uno de los cuarteles que se reconvirtió con menor necesidad de gasto. En la actualidad es el centro deportivo municipal Gran Vía.

Hernán Cortés

Este céntrico cuartel fue uno de los que desapareció del mapa de Zaragoza para aprovechar el solar que ocupaba. Sirvió para dar cabida a numerosos servicios como la Biblioteca de Aragón, viviendas, un parquin subterráneo o la Junta de Distrito Centro, entre otros.

Palafox

Ejemplo de reconversión, aloja el cuartel de la Policía Local, la Filmoteca, la Escuela de Música y Danza, un parque de Bomberos...

Pontoneros

Levantado en el siglo XVIII y reformado en 1877, este cuartel antes denominado de Infantería de Aragón, de Convalecientes y de Sangenís, tuvo usos militares hasta 1972. Desde entonces se sigue buscando un nuevo uso al inmueble, tras quedar en el tintero propuestas como alojar allí el Archivo del Reino de Aragón, la Audiencia Provincial, una residencia universitaria...

San Agustín

El origen de este convento se remonta al siglo XIV. En 1836 pasó a ser instalación militar y en la Transición lo adquirió el Ayuntamiento. En 1989, parte del recinto fue rehabilitado como albergue municipal, que será ampliado el próximo año con las zonas todavía sin uso del antiguo cuartel.

San Lázaro

Otro de los ejemplos de origen religioso, este convento tuvo usos militares en los siglos XIXy XX. Hoy se pueden visitar sus ruinas.

Cuartel y polvorines de Torrero

Ambos derribados, el primero para prolongar San José hasta el Canal Imperial y el segundo para ampliar el cementerio municipal.

Granja de Cogullada

Instalación de más de 14.000 m2 en el actual camino de la Corbera Baja. Hoy es suelo industrial.

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