Conseguir publicar un libro no es nada sencillo en el mundo editorial, y menos si solo tienes doce años. El turiasonense Gabriel Bonilla lo ha logrado con su libro ‘Un verano en Los Fayos’ donde narra a través de 55 páginas las experiencias de su veraneo en el pueblo de la familia.

“Son unas aventuras muy divertidas para todos los niños que las lean, aventuras por el monte que en la ciudad no se pueden vivir por los edificios, los coches… Me gusta mucho este pueblo, voy a menudo, tengo amigos y primos”, explica Bonilla.

Los personajes se inspiran en él mismo y en sus amigos, con aventuras reales e inventadas vividas el pasado verano. Las ilustraciones también son suyas, y algunas son obra de su hermana Claudia. "En la portada aparece el gigante Caco saliendo de su cueva y la plaza Mayor de Los Fayos, es un dibujo con el que gané un concurso en Tarazona", cuenta el joven autor.

Se puso a escribir en septiembre, cuando terminaron las vacaciones y le pidió a su madre que enviase el resultado a alguna editorial, a ver si había suerte. "Lo envié a dos, y enseguida me contestaron de una. En el departamento de lectura de la editorial no sabían que el libro lo había escrito un niño, pensaban que era de un adulto, así que cuando se enteraron, aún les hizo más gracia", recuerda Silvia Baigorri, madre de Gabriel.

Una editorial sevillana ha publicado el libro de Gabriel dentro de una colección compuesta por "pequeñas obras maestras" escritas por niños que tienen la ilusión de convertirse algún día en "grandes escritores". Y aunque de mayor quiere ser cirujano, esta afición le viene desde hace tiempo. "La verdad es que desde pequeño ha tenido mucha afición a la lectura y el dibujo. Nunca ha tenido faltas de ortografía, siempre ha sido muy precoz en ese sentido", asegura su madre.

En su colegio, el Sagrada Familia, están muy orgullosos de la trayectoria de Gabriel. "Escribir un libro y llegar a que te lo publiquen tiene gran valor, si a eso le añades que es un niño con doce años, pues ese valor se incrementa", dice Javier Tarazona, tutor de Gabriel, quien añade que en este centro escolar "creemos firmemente que al margen de lo académico, todos los niños tienen un talento que debemos ayudar a encontrar y en mi caso, como tutor debo ayudar a desarrollarlo o conseguir que se den las condiciones óptimas para que se desarrolle".

La primera edición cuenta con 130 ejemplares. Ahora Gabriel disfruta de las merecidas vacaciones de verano, viviendo nuevas experiencias que podrían servirle de base para su segundo libro.