"Frenó en diagonal, salió del coche y comenzó a amenazar como un energúmeno"

Un ciclista ha denunciado las amenazas y el intento de agresión sufridos mientras viajaba por una vía pacificada de un solo carril en Zaragoza.

Denuncia interpuesta por Héctor ante la Policía Nacional
Denuncia interpuesta por Héctor ante la Policía Nacional
Zaragoza en Bici

La calle Gastón de Bearne, situada en el barrio zaragozano de Casablanca, es una vía de un solo carril pacificada en la que no se pueden superar los 30 kilómetros por hora. El pasado 24 de julio se produjo en ella un conflicto entre el conductor de un turismo y un ciclista, y desde la plataforma de ‘Zaragoza en Bici’ no solo han denunciado los hechos a través de Facebook, sino también la actuación de la Policía Local que, según ellos, "no quiso intervenir y aconsejó al ciclista implicado no denunciar".

Héctor, un joven ciclista de 20 años, sufrió el pasado lunes sobre las 13.00 un intento de agresión cuando circulaba con su bicicleta. Según Javier Tello, portavoz de ‘Zaragoza en Bici’ y transmitiendo las palabras de Héctor, los hechos sucedieron cuando el conductor del turismo que circulaba detrás del joven comenzó a acelerar "a lo bestia, casi tocando la rueda, mientras tocaba el claxon y ponía las luces".

Calle Gastón de Bearne, donde se produjo el incidente

Sin embargo, el momento de mayor tensión se produjo cuando el conductor aprovechó el espacio de la parada del autobús para adelantar a Héctor y, siempre según este, frenó en diagonal, salió del coche y comenzó a gritar y amenazar al joven como "un energúmeno". Tello destaca que no llegó a haber ninguna agresión física y que fue el conductor del autobús de la línea 57, que también circulaba detrás de ellos y se encontraba en la parada, testigo de lo ocurrido.

"Aconsejaron no denunciar"

Desde Zaragoza en Bici no solo han denunciado las amenazas,  también ponen el foco en la actuación de la Policía Local quien, según las mismas fuentes, "intentaron limpiarse las manos y pasar la denuncia a la Policía Nacional, a la cual solo le compete los delitos por amenazas, pero las infracciones de tráfico corresponden a la Local".

"Tanto por teléfono como en comisaría le aconsejaron no denunciar, porque no llevaría a nada", añade Tello, que señala la necesidad de un protocolo sobre las denuncias a requerimiento en la que se vean implicadas las bicicletas.

"El trato muchas veces no es el adecuado y tratan de rebajar el tema y esquivar la bola. No pedimos que se pongan a sancionar, por ejemplo, a todos los conductores que paren en la zona reservada a ciclistas en Independencia, pero sí que informen, que interactúen", concluye el portavoz.

Por su parte, fuentes de la Policía Local de Zaragoza aseguran que siempre que son requeridos por una infracción de tráfico acuden y realizan los procedimientos pertinentes como "no puede ser de otra forma". Además, remarcan que en muchos casos el agente no ha sido testigo y no puede acreditar los hechos, convirtiéndose en una denuncia de una parte contra la otra, pero que no por ello dejan de hacer.

Finalmente, el ciclista, quien se llevó "el susto de su vida", interpuso tres demandas (por amenazas, por adelantamiento ilegal al no respetar la distancia de seguridad y por uso indebido del claxon).

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