El nuevo pliego de los comedores escolares de Zaragoza acaba en el tribunal de contratos públicos

Esta medida planteada por profesionales que promueven la alimentación sostenible no supone un frenazo a la licitación.

Comedor del colegio Zaragoza Sur, de la capital aragonesa, a principios de este curso.
Comedor del colegio Zaragoza Sur, de la capital aragonesa, a principios de este curso.
Raquel Labodía

El pliego para la contratación del servicio de comedor para los 142 colegios públicos de la provincia de Zaragoza vuelve a ser motivo de controversia. Tras llevar más de dos años paralizada la renovación de esta contrata, la licitación que se publicó el pasado 15 de junio ha sido recurrida ante el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón por la asociación Mensa Cívica, que reúne a entidades de cáterin, productores y profesionales que defienden una alimentación sostenible. Esta entidad también presentará una denuncia formal ante la Unión Europea.

En este recurso especial piden que se anule la licitación o algunos aspectos de la misma. Desde Educación de la DGA aclararon que esta medida no supone una paralización del concurso, que pretende que la nueva adjudicataria empiece a servir los menús a los alumnos (cerca de 22.500) en enero del próximo año.

Los promotores de esta demanda entienden que este pliego prima "el menor precio al mejor precio" y "obvia por completo" la Ley de Contratos del Sector Público al no incluir ningún criterio social, medioambiental y de innovación a la hora de valorar las propuestas.

También constatan la "arbitrariedad administrativa" que se comete en uno de los precios de los lotes de centros, cuyo coste duplica el anterior de más cuantía. Otra "arbitrariedad" que cuestionan es que dos de los criterios de adjudicación sean llevar a cabo mejoras en las cocinas y adquirir material didáctico. Mensa Cívica critica que ambos están vinculados a la capacidad económica de los licitadores y "no a criterios de calidad en la cocina".

"La calidad es un requisito"

Ante estas críticas, fuentes de Educación reiteraron que la calidad en los comedores "es un requisito y no un baremo" y que todas las solicitudes que se reciban deberán cumplir unos parámetros. Añadieron que se valoran aspectos concretos como la eliminación de frituras y precocinados, de aceites vegetales o del panga.

En cuanto a las mejoras en las cocinas y la compra de material didáctico, la DGA apuntó que el periodo de comedor está destinado también al aprendizaje, por lo que en ningún caso "este punto es menos relevante". Respecto a la falta de criterios medioambientales, recordó que Aragón ha sido la primera Comunidad en exigir la sustitución de las barquetas de plástico por aluminio.

Acerca de la diferencia de precio entre los lotes, la DGA aclaró que uno tiene 1.500 usuarios más que el otro.

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