Como Pedro por su casa, en este caso como rata por su palmera. Los roedores campan a sus anchas por el parque Pignatelli un paraíso particular para ellos, ya que en esta zona verde hay numerosas palmeras de California, palmitos elevado y palmeras canaria, donde saltan y montan sus casas con las hojas. Según los vecinos, estos últimos meses han aparecido más y tendrían que "proteger o advertir" de su existencia porque hay muchos niños que juegan cerca de estas especies. No obstante, de algunas palmeras cuelgan carteles que advierten de que están siendo "tratadas con productos fitosanitarios". 

El Instituto Municipal de Salud Pública en este espacio ya ha instalado en otras ocasiones cajas cebo para capturar a las ratas y evitar que se multipliquen. Pero con la llegada del verano, se dejan ver más a menudo y despiertan el malestar de los vecinos que se niegan a convivir con ellas.

Estas trampas consisten en una caja de madera que se coloca en un agujero de entrada junto al árbol, donde acceden y ya no pueden salir, por la tanto se quedan ahí atrapadas. Además de estas jaulas, otras ciudades utilizan chapas metálicas que se colocan alrededor del tronco para evitar que puedan trepar. Los roedores se resbalan en su escalada hacia la copa de la palmera. Esta es una de las soluciones más efectivas.

Este tipo de rata se desplaza a través de saltos, de unos ejemplares a otros, en busca de comida (normalmente dátiles) y para establecer sus nidos, que están elaborados con los 'foliolos' de las mismas palmas, creando una bola de finas hebras entrecruzadas donde es difícil distinguir la entrada.

En este mismo barrio, hay otras zonas donde se han advertido de su presencia son los parques Miraflores y La Granja. Juan Carlos Crespo, vocal de la Asociación de Vecinos de San José y miembro del secretariado de la Federación Asociaciones de Barrio de Zaragoza (FABZ) explica que ante la proliferación de estos animales ya han pedido soluciones al Ayuntamiento y destaca que no solo se encuentran en San José sino que Torrero, Las Delicias y Las Fuentes, entre otros, también han denunciado su existencia. "Con la temporada de lluvias que hemos tenido en Zaragoza están siendo más visibles y creemos que hay que intensificar la campaña para capturarlas", señala Crespo, quien subraya que este "movimiento de roedores" se está viendo por la ciudad.

"No son ratones, son ratas grandes"

“No son ratones, son ratas grandes”, dice indignado David Peinado sobre estos animales que ve casi a diario en los alrededores de la calle Castillo de Peracense por la zona de la avenida Cataluña en Zaragoza. Hasta siete ratas, de unos 15 centímetros de largo aproximadamente,  llegó a contar Peinado este jueves por la noche, aunque esto no es una excepción. Este vecino zaragozano denuncia que hace años que tienen este problema ya sea verano o invierno y lo atañe a un descampado cercano al cual lo califica como una verdadera “jungla”. “Hemos pedido ya varias veces al Ayuntamiento que limpiaran el descampado, pero no nos hacen caso. Esta al lado de un parque y puede ser peligroso para los niños”, explicó.