La plaza de San Bruno acogerá la retransmisión de la ópera “Lucia di Lammermoor”

Por tercer año consecutivo se podrá disfrutar de la ópera en Zaragoza a partir de las 21.30 y será de acceso libre.

Escena de la locura de Lucia di Lammermoor
La Plaza de San Bruno acogerá la retransmisión de la ópera “Lucia di Lammermoor”
Teatro Real

Vuelve la ópera a la plaza de San Bruno. El Ayuntamiento de Zaragoza, en su colaboración con el Teatro Real, retransmitirá en directo este sábado 7 de julio la ópera 'Lucia di Lammermoor', drama trágico en tres actos. Será a partir de las 21.30 en la Plaza San Bruno, y de acceso libre.

Con esta proyección se pretende popularizar la ópera sacándola a la calle para que, por un lado, los amantes de este género disfruten de una producción soberbia y, por otro lado, para los que no estén tan familiarizados descubran que la ópera es fundamental en la cultura europea, dice el Consistorio.

Esta actividad forma parte de los actos de celebración del bicentenario de la fundación del Teatro Real de Madrid, con el que el Ayuntamiento zaragozano colabora desde hace tres años (la primera ópera que se retransmitió fue Otello de Giuseppe Verdi y la segunda Madama Butterfly de Giacomo Puccini), y para este año se volverá a instalar una gran pantalla y sillas para disfrutar, al aire libre de la ópera 'Lucia di Lammermoor', de Gaetano Donizetti (1797-1848).

'Lucia di Lammermoor'

Estrenada en el Teatro San Carlo de Nápoles el 26 de septiembre de 1835 y en el Teatro Real el 31 de mayo de 1851, esta ópera contará con Daniel Oren en la dirección musical, David Alden en la dirección de escena y con los siguientes intérpretes: Lissete Oropesa, Javier Camarena, Artur Rucinski, Roberto Tagliavini, Yijie Shi, Marina Pinchuk y Alejandro del Cerro.

Auténtico paradigma de la ópera italiana romántica, 'Lucia di Lammermoor', el más logrado y célebre de la extensísima lista de dramas líricos de Gaetano Donizetti, suscitó desde su inicio admiración por hacer del canto un vehículo para conmover, y no una mera sucesión de fuegos artificiales vocales. La obra abrió al bergamasco las puertas de París, y fue la única de las que alumbró que se mantuvo en el repertorio antes del Donizatti Renaissance que, a partir de la década de 1950, consagraría definitivamente al compositor.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión