El término municipal de Daroca volvió a ser testigo este sábado de una granizada, la segunda en las tres últimas jornadas. Una de las zonas afectadas por el temporal de este sábado fueron las piscinas municipales.

Sin embargo, no fue la única. Las precipitaciones de los últimos días (en forma de pedregadas) han dejado la zona de Daroca (y también las localidades aledañas como Retascón, Val de San Martín y Santed) devastada, con especial incidencia en los cultivos y caminos. "Hay agujeros de más de un metro y medio", puntualiza Miguel García, alcalde de Daroca.

Además, ahora existe la incertidumbre "de que los pozos de captación se vuelvan a anegar y el agua sea turbia". García hace hincapié en este problema porque hace poco más de una semana que el municipio volvió a tener agua potable.

Los algo más de 2.000 vecinos de Daroca estuvieron desde el 11 de junio y hasta el 22 del mismo mes sin poder beber agua de los grifos de sus hogares. Además,  durante 24 horas (del 13 al 14) no tuvieron acceso a este suministro. Tras las lluvias torrenciales y la crecida del río Jiloca, las gravas del cauce se filtraron hasta el pozo de captación de agua para consumo que se sitúa cerca del lecho del mismo. El alto nivel de turbiedad que presentaba el agua hizo que no fuera potable para beberse.

Ahora, el sistema se encuentra restablecido y ya se han abierto al público las piscinas municipales. Sin embargo, debido a las granizadas de los últimos días, el alcalde teme que esta situación se pueda repetir.