Los vecinos de la margen izquierda están en contra –pero mucho– de que el rastro se instale en la explanada de la Estación del Norte. Lo argumentan con diferentes motivos y sensibilidades, pero si algo quedó ayer claro en el pleno de la junta de distrito del Rabal es que rechazan el mercado ambulante de los miércoles porque consideran que hipotecará el futuro desarrollo de una zona para la que llevan pidiendo soluciones más de veinte años.

También todos los partidos se posicionaron en contra de la mudanza y, de hecho, al acabar el pleno votaron (a excepción de ZEC, que no quiso participar) un documento de tres puntos que se enviará al gobierno municipal. Tanto PSOE, como PP, C’s y CHA expresan su malestar por que no se haya consultado a la junta del Rabal en ningún momento, también muestran el rechazo mayoritario de los vecinos y, por último, reivindican la puesta en marcha del proyecto previsto para la explanada de la Estación del Norte.

Los vecinos –estaban representados casi todas las entidades de la margen izquierda– criticaron ayer que el gobierno de ZEC les ningunea sistemáticamente e, incluso, reclamaron las inversiones aprobadas en los presupuestos participativos (unos 360.000 euros) para mejorar el entorno del centro cívico que, salvo por un zona de hormigón que los vecinos han reconvertido en pista de patinaje, no se han llegado a hacer efectivas.

Al pleno no acudió la edil responsable de Mercados, Teresa Artigas, pero sí su asesor Alberto Lorente y el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía. El primero aseguró que no hay decisión tomada aún, que solo se ha atendido una petición de la junta de venta ambulante y que el debate "es delicado porque se juega con el pan de muchas familias". Abadía argumentó que han estudiado y han ido descartando distintas ubicaciones y dijo que el informe de la Policía Local que rechaza el traslado "hace presunciones" que no son de su competencia. La presidenta del distrito, la socialista Lola Ranera, hizo hincapié en que los informes de los servicios siempre son "veraces e imparciales" al margen de que respalden o no las ideas del gobierno.

Los vecinos lamentaron que ZEC no les haya consultado y que en los plenarios les dijeran que no había nada nada nuevo del tema, "cuando se ha descubierto que hay estudios y recreaciones, al menos, desde marzo", explicaron. Además, recordaron que se han reunido ya más de mil firmas contra el traslado del rastro y apuntaron que este provocaría problemas de movilidad y de limpieza.

También intervinieron en el debate Jesús Jiménez, presidente del rastro, que pidió a los vecinos que les echaran una mano porque las ventas han ido descendiendo en la Expo, y Adolfo Allué, de la plataforma El Cantero, que aseguró que el traslado favorecería el pequeño comercio del barrio (puso Valencia, Huesca y Madrid como ejemplos), al tiempo que dijo que sería no como el Covent Garden prometido sino como Portobello. Abadía también añadió que el área de Urbanismo ha rescatado el proyecto arquitectónico de Peirote –costaba 13 millones– pero "minimizándolo y prescindiendo del hotel y las viviendas", es decir, que prevé hacer una cubierta en la zona que, eso sí, no sería incompatible con el rastro.