La línea 60 tiene como objetivo una frecuencia de 10 minutos antes de que acabe este año

El Ayuntamiento de Zaragoza está trabajando en la definición de un nuevo recorrido del autobús que conecte el barrio de Santa Isabel con La Chimenea.

Imagen de un autobús de la línea 60.
Imagen de un autobús de la línea 60.
José Miguel Marco

Finales de 2018 o, como tarde, principios de 2019 es la fecha que el Ayuntamiento de Zaragoza y la Plataforma por la Segunda Línea de Autobús de Santa Isabel han acordado para que entre en funcionamiento el nuevo recorrido de la línea 60 de los autobuses urbanos de la ciudad. “Las relaciones con la concejala delegada de Movilidad, Teresa Artigas, son ahora buenísimas, y estamos convencidos de que va a cumplir al 100%, solo falta que se nos presente un informe técnico del recorrido en el que podamos hacer sugerencias y que desde el Ayuntamiento nos las quieran aceptar”, cuenta Isaac Garza, coordinador de la Plataforma.

Desde el Consistorio han pedido a los vecinos “paciencia”, y por el momento no han querido definir una fecha cerrada de la implantación del nuevo trayecto para que no se produzca una polémica similar a la del año pasado, cuando prometieron que la línea 60 entraría en circulación en el mes de septiembre y no lo hizo hasta diciembre, lo que generó mucho malestar y movilizaciones en Santa Isabel.

Los autobuses de la línea conectan actualmente el barrio con la plaza de Mozart a modo de lanzadera, un recorrido “insuficiente” para los que hacen uso del transporte público, quienes desde que comenzó a funcionar han reclamado un trayecto similar a la desaparecida línea 45, que unía Santa Isabel con el centro de la ciudad. Además, los tiempos de espera de la 60 son “muy elevados”, según los vecinos del barrio, y “en muchas ocasiones los autobuses se solapan con los de la línea 32, por lo que desde diciembre de 2017 no hemos conseguido ninguna mejora”, añaden.

La previsión de Movilidad es incorporar dos autobuses a la línea 60 para conseguir que la frecuencia se reduzca a 10 minutos. “No sabemos si con dos será suficiente, el Ayuntamiento dice que sí, pero independientemente del número que se ponga, algo que compete a los técnicos municipales, nosotros a lo que nos vamos a agarrar es a los 10 minutos de espera en circunstancias normales”, señalan desde la Plataforma, donde son conscientes de que “con huelgas o tráfico puede haber demoras puntuales, pero esperamos que los buses no se retrasen de manera habitual más de 10 minutos”.

En cuanto al trayecto, los integrantes de la Plataforma proponen que la línea circule por la calle Gómez de Avellaneda, aunque están por la labor “de escuchar propuestas y estudiarlas para dar con lo mejor, estaremos activos hasta que se culmine todo el proceso y nos aseguraremos de que se cumplan todos los puntos del documento que hemos firmado”. Lo que sí está definido es que la última parada (o la primera desde Zaragoza) se sitúe en el entorno de La Chimenea. De este modo, los usuarios de la línea quedarán conectados con el tranvía y con la parada del autobús 29, que llega hasta el Royo Villanova, hospital de referencia de los vecinos de Santa Isabel.

El acuerdo fue ratificado por unanimidad en un pleno extraordinario de la Junta Municipal del barrio y esta semana ha sido entregado el documento firmado por todos los colectivos que integran la Plataforma y que sella el acuerdo con el Ayuntamiento. En él, la Concejalía de Movilidad se compromete a que la prolongación del servicio “mantenga o mejore las frecuencias actuales tanto en laborales como en sábados, domingos y festivos” y a que se extienda el horario de prestación de la línea 60 al menos hasta las 23.00, aunque el horario exacto, igual que el trayecto, está todavía por determinar en estudio técnico.

Estas medidas suponen una modificación del contrato de autobús urbano en vigor, por lo que requieren de la correspondiente tramitación administrativa, pero el Ayuntamiento sostiene que la fecha estimada de puesta en marcha “es a finales de 2018 o primeros meses de 2019”. Desde Movilidad están dispuestos a mantener a la Plataforma informada de la marcha de la tramitación con regularidad y siempre que así lo requieran sus representantes. Garza avanza que “antes de que empiece el mes de agosto nos gustaría tener  una pequeña conversación con Artigas y los técnicos competentes para que nos cuenten cómo va el asunto”.

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