Tres años de cárcel por elaborar nóminas falsas y pagarse a sí mismo 469.275 €

La Audiencia de Zaragoza condena a prisión a un administrativo por un delito de falsedad en documento mercantil y otro de estafa.

El acusado, Iván Viñuales, durante la celebración del juicio en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado, Iván Viñuales, durante la celebración del juicio en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Heraldo.es

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Iván Viñuales Mainar a tres años y tres meses de prisión por inventarse trabajadores ficticios y falsificar nóminas de la empresa para la que trabajaba y apropiarse de esta manera de 469.275 euros. El acusado, de 38 años, aprovechó su puesto como administrativo de las sociedades Gabinete Técnico de Trabajo Social S. L. (GTTS) e Instituto para el Desarrollo Social y la Participación Comunitaria, dedicadas a gestionar residencias de mayores, para idear una «maniobra fraudulenta» y cobrar dinero que no le correspondía.

Para el tribunal de la Sección Tercera, en el juicio quedó probado que entre 2006 y 2014, como responsable de personal de las empresas y encargado de confeccionar las nóminas, dio de alta de forma reiterada a trabajadores que en algún momento habían estado contratados pero que en ese momento ya no tenían ninguna vinculación con esas sociedades.

Según la sentencia de la Audiencia de Zaragoza, una vez falseada la documentación del empleado lo incluía en la remesa para el pago de nóminas haciendo constar sus propios números de cuenta que tenía en distintos bancos. Así y en cantidades que podían oscilar entre los 1.000 y los 11.000 euros, el acusado cobró indebidamente 469.275 euros. Su nómina en 2014 era de 1.577 euros, aunque algunos meses variaba.

Todo se descubrió ese año a raíz de una reclamación que Hacienda hizo a una joven por 27.000 euros que supuestamente había cobrado de GTTS, cuando desde 2007 no tenía relación laboral con ella. Los magistrados descartan que el acusado estuviera coaccionado cuando firmó un documento en el que, una vez destapado el fraude, reconocía a sus jefes, representados por el abogado Francisco Javier Acín Vinyeta, que les debía 474.000 euros, de los cuales devolvió 15.000 una semana después. Por eso, lo condenan por un delito continuado de falsedad y otro de estafa a la pena de prisión mencionada y a reintegrar esa cantidad.

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