A lo largo de su carrera profesional, y durante la emisión de la conocida serie documental ‘River Monsters’ entre 2009 y 2017, Jeremy Wade, biólogo, pescador y escritor británico, ha vivido numerosas experiencias únicas que compartió con más de un centenar de seguidores en el Acuario de Zaragoza en el marco de la celebración del décimo aniversario de la instalación.

El conocido presentador ha visitado Aragón en dos ocasiones, y ha ido en busca de algunos de estos monstruos de río tanto por el Ebro como en el embalse de Mequinenza. Su última visita fue hace una década, y vino en busca de unos de nuestros monstruos de río más conocidos, que finalmente pescaría en el Delta del Ebro. “Capturamos un siluro de 75 kilos de peso y una boca de más de 40 centímetros de ancho, es una máquina de comer”, bromeaba Wade mientras proyectaban imágenes de su aventura.

En su opinión, el Ebro es un río muy interesante y, sobre todo, muy desconocido: “la gente cree que para encontrar peces gigantes hay que viajar a lugares exóticos, sin embargo en Europa encontramos una gran variedad de especies muy sorprendentes, como los siluros del Ebro, que son los segundos más grandes del mundo tras el descubrimiento de un ejemplar superior al norte de Italia”.

Wade reivindica la importancia del proceso previo antes de lograr una captura, algo que puede prolongarse durante meses e incluso años, ya que cada pez es completamente distinto al anterior. “El proceso se basa en investigar, averiguar, planear, hablar con la gente de la zona sobre sus experiencias, estudiar en qué parte del río puede estar, saber cómo atraerlo y sacarlo… cada vez que viajo a un lugar voy en busca de un solo pez, eso es verdaderamente estresante”, reivindica.

Wade, que ha recorrido el mundo entero con su caña de pescar, realizó su primera captura con tan solo 8 años. “Fue entonces cuando descubrí que quería dedicarme a conocerlo todo sobre estos animales”, añade.

En cuanto a su especie favorita, asegura que se trata del pez Arapaima del Amazonas. Precisamente en el Acuario de Zaragoza se encuentran algunos de los ejemplares más grandes del mundo. Un pez, asegura, marcado por las contradicciones: “Es feo y bonito al mismo tiempo, y tiene un cerebro muy pequeño pero es tremendamente inteligente”. Esta especie en concreto puede alcanzar los 3 metros de largo, y posee unos dientes de grandes dimensiones aunque no suele utilizarlos para atacar. “Además, puede sobrevivir con poco oxígeno y se adapta con facilidad a espacios reducidos”, indica.

En su opinión, la pesca es un ejercicio que conlleva una gran carga mental poco reconocida. “Cada vez que llego al río debo de meterme en la piel del pez, pienso como ellos. ¿Y en qué piensa un pez? En comer y en estar a salvo”, explica Wade. En algunas ocasiones, desde que el pez pica el anzuelo hasta que logra sacarlo del río, ha llegado a estar más de 3 o 4 horas, como cuando logró capturar a una Mantarraya gigante en el río Parana, en Argentina, tardó casi 4 horas. “Nos costó 11 días dar con él”, añade.

En otras ocasiones, incluso, ha tenido que organizar varias expediciones hasta lograrlo, como cuando logró capturar un ejemplar de Pez Goliat en el Congo. “Tuvimos que viajar hasta en cuatro ocasiones a África hasta que lo logramos, la tercera vez estuve tras su pista más de 7 meses”, indica.

La fuerza de los peces de Mequinenza es increíble

El pescador británico reconoce que volvió muy sorprendido tras visitar el embalse de Mequinenza. "Recuerdo que los peces de allí tenían una fuerza increíble, y muchas veces veías al pescador agarrado por otra persona para no caer del bote”, explica.

También reflexionó sobre el problema de las especies invasoras, actualmente considerado la segunda causa de destrucción de especies autóctonas después de la destrucción de hábitat natural. Algo que no debería de confundirse, en su opinión, con el trabajo de investigación de los profesionales: “La labor de los biólogos es fundamental a la hora de dar a conocer todo sobre ciertas especies así como su conservación”.