Las banderolas llevan ya varios días decorando la plaza del Pilar y este miércoles, conforme se desmontaban las casetas de la feria de libro, comenzaban a instalarse los puestos del mercado medieval. La llamada feria de las Tres Culturas se inaugurará el viernes con la intención de volver a atraer a unos 220.000 visitantes, como sucedió en la edición del año pasado. Las novedades serán escasas, si bien sí puede reseñarse que está previsto que se instale un pequeño graderío en la plaza del Pilar para que los espectadores puedan disfrutar mejor de espectáculos como las danzas árabes o las batallas de caballeros medievales.

Además, este 2018 se celebran los 900 años de la reconquista cristiana de Zaragoza y la conversión de la ciudad en capital del Reino de Aragón, por lo que se están preparando espectáculos para celebrar la efeméride. De hecho, el propio Alfonso I ‘el Batallador’, de la mano de la compañía teatral Los Navegantes, tiene previsto visitar un mercado en el que se recordará cómo sus tropas pusieron cerco a Saraqusta y, también, cómo localidades como Zuera, Alagón, Mallén, Brea o Ricla fueron determinantes en el fin del dominio musulmán en las tierras del valle medio del Ebro.

Al margen de lecciones de recreaciones históricas (que otros años se han centrado en el Compromiso de Caspe o las andanzas de Juan de Coloma, uno de los redactores de las capitulaciones de Santa Fe), el mercado volverá a contar con cerca de 150 puestos que se desplegarán desde el viernes por las plazas del Pilar, la Seo y San Bruno, el puente de Piedra y el balcón de San Lázaro. A esta oferta hay que sumarle 38 talleres de oficios antiguos, la consabida exposición de máquinas de asedio y las actuaciones de artistas de la tierra como Los Titiriteros de Binéfar, Caleidoscopio, Ixera, Trivium Klezmer, Nomaduk y Biella Nuei. La compañía Lobos Negros ha preparado una batalla contra "temidos orcos llegados de la oscuridad de los bosques", mientras que Fernando Malo demostrará su destreza como alfarero y las asociaciones de baile VIII Milla y Andanzas Medievales de Utebo pondrán el ritmo entre el zoco árabe y las calles que se han reservado a la cultura hebrea.