Un ciberpederasta admite haber acosado a 34 menores

Benjamín Cabello Sánchez, natural de Puerto Real (Cádiz), ha reconocido este lunes haber acosdo sexualmente a través de internet a 34 menores, a los que utilizó para elaborar material pornográfico. Este individuo, de 32 años, es un ciberpedófilo reincidente que ya fue detenido en 2008 a raíz de que las autoridades de Estonia solicitaran a España su arresto, después de que un menor de este país se suicidara por el acoso que sufría por su parte. Al final fue procesado por esos ciberabusos pero no se le pudo demostrar la relación directa con el suicidio del chico.

Este lunes, en la Audiencia Provincial de Zaragoza,  Benjamín Cabello ha admitido ser el autor de 34 delitos de captación de menores de edad, varios de elaboración de material pornográfico, un delito de acoso sexual (grooming), otro de descubrimiento de secretos, distribución y tenencia de pornografía infantil, cuatro delitos de amenazas agravadas y otros cuatro de acoso (stalking). Entre todos ellos suman más de 225 años de cárcel, pero como figura el Cóndigo Penal, solo cumplirá el triple de la más grave, que es de cinco años y medio, es decir, 16 años y medio de prisión.

El acusado, que ahora está en la cárcel de Zuera, volverá en los próximos días al penal de Cádiz donde está ingresado. El acuerdo se ha llevado a cabo a puerta cerrada en la Sección Tercera una vez que la fiscalía accedió a rebajar de siete años  a cinco y medio la pena que le pedía por cada uno de los 34 delitos de captación de menores y elaboración de pornografía infantil.

La detención de este ciberpedófilo se produjo tras la denuncia interpuesta por unos padres en Zaragoza. Según el fiscal, Benjamín Cabello, conocido en su ciudad como 'Benji',  movido por su "instinto depredador" de carácter pedófilo, consiguió imágenes de contenido sexual de al menos 37 menores de edad y acumuló más de 5.000 fotografías y cerca de 150 vídeos. En internet se hacía llamar Sara, decía tener 14 años y pedía fotos de contenido sexual a otros menores con los que contactaba utilizando plataformas de juegos online. Otra de las formas de convencer a menores para que le enviaran fotos de carácter sexual era pasarles niveles y pantallas de juegos. Una vez obtenidas las imágenes, les exigía más con la amenza de divulgarlas.

Tras su detención en Puerto Real en marzo de 2017, la Policía explicó que a este supuesto ciberacosador reincidente se le intervinieron miles de archivos pedófilos en un almacén virtual. Entonces quedó ingresado en prisión a la espera de juicio.