Zaragoza 2018

Antigua estación Zaragoza El Portillo
Antigua estación Zaragoza El Portillo
Heraldo/AHMZ

Zaragoza celebra este 2018 varios centenarios de efemérides que han configurado siglo a siglo la historia y la idea de esta ciudad y que sirvieron para la constitución de instituciones zaragozanas y aragonesas determinantes en su identidad colectiva. Son acontecimientos ocurridos en diversos años acabados en 18 y un testimonio de ese pasado espléndido que debemos tener presente para seguir creando el futuro que queremos de nuestra ciudad.

Zaragoza es ciudad clave para entender la historia de la península Ibérica, desde su fundación romana. En 1018 se crea la taifa de Saraqusta independiente del Califato de Córdoba, instaurando un periodo de esplendor cultural manifestado en el Palacio de la Aljafería y el reinado de Al-Muqtadir. En 1118 Alfonso I convierte Zaragoza en capital del Reino de Aragón al establecer en la Aljafería la residencia de los reyes; ello derivó en una primitiva organización municipal que sería después origen del Concejo de Zaragoza, precedente del Ayuntamiento. Zaragoza se convirtió en la principal ciudad del Reino al albergar reuniones de las Cortes y establecerse en ella las principales instituciones aragonesas: Diputación General del Reino y Justicia Mayor. En 1218 Jaime I de Aragón nombra al primer Justicia de Ganaderos, figura representativa de la Casa de Ganaderos, la más antigua de Europa en activo hoy. Por privilegio del papa Inocencio III y desde Pedro III, en el siglo XIII, se celebra en la Seo de Zaragoza el ceremonial de coronación de los reyes de Aragón hasta 1518, aniversario que conmemora la coronación del rey Carlos I de España, última celebrada aquí.

La creación del Arzobispado de Zaragoza en 1318, los Estatutos de la Universidad, dando intervención en ella al Concejo en 1618, la inauguración del Pilar en 1718 o la Semana Municipalista de 1918, que elabora el Proyecto de Autonomía de la Comunidad de Ayuntamientos Aragoneses, completan un elenco de aniversarios que no debe pasar desapercibido entre la sociedad zaragozana. ¿No son motivo para sentir como orgullo vivir en nuestra ciudad?