Las dificultades para lograr los permisos del Ayuntamiento han provocado que varios colegios, tanto públicos como concertados, hayan renunciado a instalar castillos hinchables para el alumnado en las fiestas de final de curso. Otros están pendientes de los movimientos del Consistorio para poder tramitar las licencias, pero critican "la confusión" que reina en este proceso. Las empresas especializadas observan con preocupación esta situación, mientras que desde el gobierno municipal siguen sin dar soluciones.

La semana pasada, en la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, los responsables municipales admitieron que aún debían fijarse los criterios y las condiciones para poder montar los hinchables, que es uno de los reclamos más atractivos para los alumnos y más económicos para las asociaciones de padres y madres (ampas) que organizan este tipo de fiestas. Ante la cercanía de estas celebraciones, desde el Consistorio señalaron que lo más rápido sería que el alcalde firmara un decreto en el que se regulara la tramitación de estos permisos.

El viernes pasado hubo una primera reunión entre las áreas de Urbanismo y Servicios Públicos, y esta semana debe haber una segunda, que será la última. El documento que cierren se elevará a Alcaldía para que Santisteve firme el decreto, en principio esta misma semana. Allí se fijarán las condiciones y los requisitos de instalación de los hinchables, y también de las carpas para las fiestas de los barrios.

Sin embargo, habrá colegios para los que será tarde, ya que la incertidumbre ha llevado a algunas ampas a buscar un plan B. Algunas de estas asociaciones de padres critican que no saben dónde acudir para solicitar el permiso, y que llevan un tiempo de ventanilla en ventanilla de la Casa Consistorial. En Marianistas ya han decidido cambiar los hinchables por otra actividad, y en centros como el Doctor Azúa, el Pompiliano, el Cesáreo Alierta, el Miraflores o el Marie Curie están teniendo problemas.

"Muchos colegios han decidido no poner hinchables porque no hay manera, así que los están cambiando por fiestas de la espuma, kars...", señala Ana Blanca Gracia, secretaria técnica de la federación de padres de la concertada, Fecapa. Según ha observado, "hay mucha confusión" entre los organizadores de las fiestas. Además, todos señalan que ya el año pasado hubo problemas. La nueva normativa autonómica endureció las condiciones, y ahora debe pasar un ingeniero del Ayuntamiento para certificar que la instalación es correcta. Así, si la fiesta es el sábado, el hinchable debe estar colocado el viernes en horario laboral para que el funcionario municipal pueda pasar, lo que encarece los costes. "Ahora ya hay pocos que se arriesgan a montar hinchables", señalan desde las asociaciones de padres.

Maribel Saavedra, de la empresa Pumuki, apunta que ellos se limitan a montar los hinchables en los centros escolares, pero observa que los organizadores "no saben a dónde tienen que acudir" para lograr los permisos, porque "es un lío" y «nadie aclara nada». Apunta que este año, pese a estar en plena temporada de colegios, solo han trabajado con dos centros, con los que consiguieron todos los permisos y visados necesarios por parte de los ingenieros.