Quince rosas para no olvidar el Yak

Los familiares de las víctimas del accidente del Yak-42 en Turquía han vuelto a reunirse este año en el monumento conmemorativo del paseo de la Constitución de Zaragoza.

“Antes Zaragoza era el lugar donde vivía mi hijo Francisco y hoy es el lugar donde siguen queriéndolo", resume el valenciano Paco Cardona el motivo de regresar a la capital aragonesa pasados quince años del accidente del avión Yak-42 en Trabzon (Turquía), en el que fallecieron 62 militares españoles y una tripulación de 13 ucranios el 26 de mayo de 2003. «Hemos ido a Zaragoza todos los años desde el accidente menos uno que estábamos en Turquía (en 2004 cuando viajaron las familias con el ministro José Bono). Esta vez vamos con Amparo (su mujer) y nuestro nieto Fran. Iremos al restaurante El Fuelle para recordarlo porque él iba allí a comer», revive Paco Cardona.

A las 12.00, la hora marcada para que los familiares de las víctimas depositaran quince rosas (una por cada aniversario) y unos cirios en su recuerdo en el monumento del paseo de la Constitución, empezaban los actos del Día de las Fuerzas Armadas en Logroño con el izado de la bandera.

"Nadie se acuerda de las víctimas del Yak y no se les recuerda como a las del terrorismo. Hoy coincide con el Día de las Fuerzas Armadas. No estamos bien vistos por el Gobierno y nos da igual haber seguido en el más puro ostracismo", apunta Cardona, quien, junto a su mujer, esperaba a su hijo Francisco la madrugada del 26 de mayo de 2003 en la Base Aérea de Zaragoza.

Este año no han leído un comunicado porque su viaje era distinto a los anteriores. La Asociación de Familias de Víctimas del Yak se disolvió después de confirmar que el sumario de la contratación del avión quedaba archivado por la Audiencia Nacional. "No hubo justicia con la negligencia del Gobierno y los altos mandos en la contratación del avión. Fue injusta la decisión del juez Marlaska porque la corruptela mató a los 62 miltares", ha denunciado Miguel Ángel Sencianes, el último presidente de la Asociación de Familias de Víctimas del Yak. "Disolvimos la Asociación porque nuestro objetivo estaba cumplido, pero si aparecieran los contratos de los vuelos que desaparecieron volveríamos a constituirla", agregó Sencianes.

La victoria moral de las familias se dibujó con la decisión del Consejo de Estado, que reconoció la responsabilidad patrimonial del Estado en la mayor catástrofe de la historia moderna del Ejército español en tiempos de paz. Pero la dimisión de Federico Trillo, exministro de Defensa, como embajador de España en Londres creen que no fue suficiente, no pagó sus culpas y salió "poco tocado".

"Estamos aliviados porque hicimos todo lo que podíamos hacer y cumplimos nuestro compromiso adquirido", resumió Miguel Ángel Sencianes, quien vivió en Zaragoza como sus dos hermanos militares de la Base Aérea (José Manuel falleció y no pudieron enterrarlo porque confundieron sus restos), pero por trabajo reside en Barcelona.

El expresidente de la Asociación ha señalado que denunciaron la negligencia de los aviones piratas usando las quejas que habían presentado los propios militares. "Pasamos un calvario cuando recuperamos los cuerpos dos años después y lo ocultó el ministro Trillo. Fue una crueldad y una injusticia", agregó Sencianes.

Zaragoza recuerda a los fallecidos en el Yak-42

"El perdón llegó tarde"

Pasado el primer año de duelo, Sencianes ha reconocido que la petición de perdón a las familias de la ministra de Defensa María Dolores de Cospedal en el Congreso de los Diputados (en enero de 2017) fue "un gesto inteligente", pero no cree que fue para "honrar" a los fallecidos porque el Gobierno del PP los engañó.

"El perdón de la ministra llegó tarde porque no se hizo lo que debían, pero así lo hacen los políticos", afirma José Antonio Gracia, un zaragozano que perdió a su hermano y fue el portavoz de la asociación en Aragón. Esta mañana ha podido asistir al acto de recuerdo de los fallecidos porque era sábado, ya que el trabajo como autónomo se lo ha impedido otros años.

Orgullosos ante el Gobierno

"Estamos orgullosos y contentos por nuestra posición ante el Gobierno que se portó muy mal con nosotros. Hay que saber verlo porque nunca nos entregamos y logramos que perdieran", reflexiona José Antonio Gracia, quien ha estado junto al monumento del paseo de la Constitución con su padre y su hermana. "Creo que venir los 26 de mayo de todos los años aquí se tomará como una costumbre para nosotros", predice Gracia.

El exportavoz de las familias aragonesas ha vuelto a a dar un abrazo a los tíos del sargento Sergio López Saz, Araceli Saz y Javier Rubio, que trajeron las quince rosas y los cirios para depositarlas en el monumento de recuerdo. También ha estado presente Jacoba Paredes, madre de David González Paredes, un sargento experto en telecomunicaciones destinado en Valencia que falleció.

El abogado Leopoldo Gay, incansable en la batalla jurídica, con despacho en Barcelona, no ha querido faltar tampoco este día. No pierden el contacto, pero todos agradecen ese encuentro como un gesto de amistad que nació de un drama.

"Venir a Zaragoza es una visita particular, pero comunitaria", ha descrito Miguel Ángel Sencianes. "El grupo se ha ido reduciendo y la causa, diluyendo. En estos quince años hemos pasado muchos malos días con sudores fríos y mucha rabia contra los políticos. Pero al final he conseguido quedar en paz con mi hermano y poder empezar el duelo", se ha despedido el expresidente de las familias del Yak.

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