El hombre que destrozó su casa en Magallón asegura que si lo dejan libre no atacará a su ex

La fiscal y la acusación se oponen a que salga de prisión por el riesgo de que agreda a su pareja, de la que se está divorciando.

Wieslaw K. T., este lunes, en la Audiencia Provincial de Zaragoza donde se celebró la vista.
Wieslaw K. T., este lunes, en la Audiencia Provincial de Zaragoza donde se celebró la vista.
Oliver Duch

Wieslaw K. T., de 42 años, suplicó ayer al tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial que lo ponga en libertad provisional hasta que se celebre el juicio contra él por amenazar a su mujer, Edyta T., de la que está en trámites de divorcio, y por destrozar a martillazos la vivienda familiar de Magallón. Entre sollozos y en su turno de palabra, el investigado se dirigió a los magistrados para decirles que él nunca quiso hacer daño a su pareja, pero que el día de los hechos se puso "muy nervioso" y que fue ella quien le roció con un spray de defensa personal, lo que le alteró aún más. «Si no quiere seguir viviendo conmigo me marcharé a la Pineda y ella que haga su vida», manifestó.

Su abogado, Marco Antonio Navarro, señaló al tribunal que su cliente está dispuesto a aceptar cualquier medida cautelar, como la colocación de una pulsera de seguridad, la prohibición de acercarse al pueblo, el pago de una fianza y el compromiso de someterse a tratamiento psiquiátrico para la depresión que, según dijo ayer, padece desde hace años. Precisamente achacó sus actos de aquel día a que no tomara medicación.

Sin embargo, ni la fiscal ni la acusación particular, a cargo de Amparo Romero Pascual, estuvieron de acuerdo con su propuesta ya que, a su juicio, la agresividad que desplegó aquel día fue muy alta y si no agredió a Edyta T. fue "porque no pudo", ya que ella logró salir corriendo de la vivienda al rociarle con el spray de pimienta.

Wieslaw K. T. se presentó el pasado 7 de enero en la casa familiar de Magallón tras haber cumplido una medida de alejamiento por una condena previa. Después de que Edyta T. huyera, cogió un martillo y, habitación por habitación, rompió puertas, cristales, armarios, estanterías, la vitrocerámica, la mampara de la ducha y lo que encontró. Luego se atrincheró durante cinco horas en el piso de un amigo para terminar agrediendo a un guardia civil.

El médico forense recomendó su ingreso en psiquiatría durante una semana y, después, la juez lo envió a prisión preventiva por el riesgo de que repitiera la agresión. Su abogado cuestionó esta decisión y recordó al tribunal que, cuando sea juzgado por daños y amenazas la pena que le imponga no excederá de los dos años de cárcel, por lo que reprochó que se le esté aplicando ya una "prisión provisional permanente".

Pero, para la fiscal y la abogada de Edyta T., el riesgo persiste, ya que Wieslaw K. T. está "obsesionado" con el domicilio familiar, que considera como "suyo", al igual que a "su" esposa. Recordaron que durante su declaración el inculpado justificó sus actos alegando que la casa la había levantado él con sus propias manos. Además, Amparo Romero Pascual insistió en el "resentimiento" que guarda hacia la mujer por haber tenido que cumplir una condena de alejamiento de varios meses "solo" por haberla llamado "puta" y "zorra".

Ayer, Wieslaw K. T. incidió en que él nunca ha delinquido y que ha trabajado durante años muy duro y ha "sufrido mucho" para sacar adelante a sus dos hijos, que ahora tienen 16 y 18 años, y su familia.

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