Aunque muy levemente, Zaragoza ha vuelto a perder población por tercer año consecutivo y se estanca por debajo del umbral de los 700.000 habitantes. En concreto, la ciudad cuenta hoy con 1.083 vecinos menos que en enero de 2017, lo que supone una caída del 0,15%. La cifra final de residentes se queda en 697.895, y eso que la inmigración ha frenado su marcha. En total están afincados 93.129 extranjeros en la capital aragonesa, apenas 679 menos que el año pasado.

Estas son algunas de las principales conclusiones que se desprenden de la actualización del padrón, a fecha de 1 de enero de 2018, publicada esta semana en el Observatorio Municipal de Estadística. Sus cifras difieren de las registradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que no están tan actualizadas como las del padrón y tienen un sistema de contabilización distinto (el último dato oficial, correspondiente al 1 de enero de 2017, es de 664.938 habitantes).

En cualquier caso, los registros del Ayuntamiento reflejan que la cifra de población en Zaragoza es la más baja de los últimos siete años. Aquel 2011 había censados 1.239 vecinos menos que en la actualidad. Desde entonces, las estadísticas muestran vaivenes, siempre en el límite de los 700.000 habitantes. Pero desde 2016, cuando vivían 702.426 personas, la tendencia se ha acentuado a la baja, con una pérdida acumulada de 4.531.

La radiografía de los barrios

Por distritos, los cuatro más poblados pierden habitantes. Las Delicias se mantiene, con diferencia, como el más concurrido de la ciudad, con 101.783 vecinos, pese a reducir este año su padrón en 1.215 y en más de 10.000 en el último lustro. En San José residen en la actualidad 65.659 personas (380 menos que hace un año), en el Actur 59.021 (-325), y en el Centro, 52.633 (-335). A cambio, La Almozara es el distrito que muestra una evolución más positiva. Desde 2014 ha aumentado su población en más de 5.000 vecinos.

Curiosamente, el Observatorio Municipal de Estadística ya recoge la nueva realidad de Casablanca, que próximamente verá cómo se desliga de Valdespartera, Rosales del Canal, Montecanal y Arcosur, que conformarán el denominado Distrito Sur. Con este trasvase, el barrio conservará un padrón de 10.200 habitantes, mientras que la nueva demarcación aglutinará a casi 35.000.

Por nacionalidades

En cuanto a la población inmigrante, la caída respecto al año pasado apenas alcanzó el -0,72%, pero si se echa la vista atrás, la realidad es otra. Desde 2011, cuando había 108.234 extranjeros afincados, Zaragoza ha perdido más de 15.000 foráneos. El retorno a sus países de origen, en muchos casos provocado por la crisis económica, y los procesos de nacionalización han contribuido a este fenómeno, que ha lastrado el crecimiento demográfico de la capital aragonesa. Hay que tener en cuenta que la ciudad, como toda España, vivió con el cambio de siglo un crecimiento muy acelerado de la población inmigrante fruto del desarrollo que vivió el país (en 2004, en Zaragoza había 43.355 extranjeros).

Por lo que respecta al origen, la comunidad rumana es la que cuenta con mayor presencia en la ciudad con 34.213 afincados, 558 más que el año anterior. Es de los pocos colectivos que crecen, ya que la mayoría, aunque levemente, reducen el número de representantes. Según el padrón, residen en la capital aragonesa 6.564 marroquíes (51 menos que en 2017), 5.129 chinos (-308) y 5.470 nicaragüenses (-241).

Finalmente, la actualización de la estadísticas recoge otros indicadores sobre la realidad de los vecinos de la ciudad. Por ejemplo, que viven más mujeres (51,8%) que hombres (48,2%). O que las franjas de edad más comunes son las que van entre los 40 y los 54 años. Hasta 168.730 tienen esos años, lo que supone el 24,1% del total. En este sentido, el índice de envejecimiento (que relaciona el número de mayores de 65 años con la población total) cae por tercera vez consecutiva, pero todavía arroja una tasa del 147,5%.