El Parlamento aragonés ya tiene claro que la solución para sacar los vehículos del palacio de la Aljafería pasa por construir un aparcamiento en La Almozara, justo en los terrenos que le cedió hace años el Ayuntamiento de Zaragoza con este mismo fin. Esta es una de las cinco alternativas de ubicación que se encargó analizar a los arquitectos que reformaron el palacio, Luis Franco y Mariano Pemán, y que se ha elegido justamente por la disponibilidad de los terrenos, por su compatibilidad de usos con el parque de la Aljafería y por ser el de mayor capacidad, con 126 plazas. Además, su uso se pretende compartir con los vecinos, de modo que la institución tenga un horario de aparcamiento reservado y el resto  del día sea de acceso libre.

La propuesta se abordará este jueves en una reunión monográfica de la Mesa de las Cortes con responsables municipales de Movilidad y Urbanismo, la segunda que mantendrán para solventar el asunto de los vehículos de la Cortes. La ejecución aún carece de calendario y no se ha incluido en el proyecto de presupuestos para este año, que aprobará el pleno dentro de dos semanas, salvo sorpresa.

El coste será una de las cuestiones que saldrán a relucir en el encuentro, dado que no solo se ha incluido la estimación de la urbanización del parquin, 445.696 euros, sino de la puesta en servicio de un andador para llegar al monumento, una de las reivindicaciones históricas del barrio y que se ha valorado en otros 106.705 euros. Esta segunda actuación afecta a terrenos de titularidad  municipal, por lo que dependerá de la voluntad  que demuestre el Gobierno de ZEC.

La memoria valorada recuerda que parte de los terrenos se utilizan como "aparcamiento espontáneo a precario" por los vecinos. Aunque forma parte del parque de la Aljafería, el suelo tiene la calificación de equipado, lo que hace compatible el proyecto al poder destinar hasta el 30% de la superficie a equipamientos.

La memoria valorada recoge la transformación de un área rectangular de 3.720 metros cuadrados, en paralelo a la calle de Braulio Foz, por donde se habilitará el único acceso. A través de la rotonda en el cruce con la calle de Fray José Casanova, los vehículos podrán conectar con la avenida de Soria.

La propuesta pasa por excavar hasta 40 centímetros, rellenar la parcela y compactarla, quedando bajo tierra las tuberías de evacuación de aguas pluviales y las conducciones para el alumbrado, que estará garantizado con la posterior instalación de una decena de luminarias.

Las 126 plazas, seis de ellas de mayor anchura para atender las necesidades de disminuidos, se repartirán en cuatro bandas de aparcamiento y el tráfico interior se ordenará por dos calles de sentido único.

Aunque la Mesa de las Cortes solicitó a los arquitectos valorar los costes de una caseta de control, que elevaría la factura en casi 75.000 euros, se ha descartado.   Por tanto, el único control de acceso se limitará a dos bolardos retráctiles, como los del garaje de la Comandancia de la Guardia Civil, en el paseo de María Agustín. No obstante, solo se elevarán para cerrar el paso en días especiales en los que, fuera del horario de reserva, haya que mantener el aparcamiento exclusivo para las Cortes de Aragón.

El diseño de la propuesta ha tenido en cuenta el arbolado existente, de modo que se mantendrán 19 ejemplares y solo se deberán talar nueve ailantos de pequeño porte y una acacia. Además, se plantarán 23 robinias pseudo acacia para completar el arbolado previsto en los extremos del perímetro y en el alcorque central.

Un andador de 360 metros

La actuación prevé también la construcción de un andador de 360 metros de longitud que salvará el desnivel de 3,5 metros existente entre la zona baja del parque donde se encuentra la parcela y el acceso principal a la Aljafería. Para ello, se hará un primer tramo en rampa, que al igual que el resto se construirá mediante losas de hormigón tratado con una anchura de 1,5 metros. Se prevé instalar barandillas de tubo de acero ante las diferencia de nivel, del 6%, y se ampliará el seto de ciprés existente.