La atleta Yolanda Magallón y el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, cofrades de honor de la Trufa del Moncayo

La cofradía gastronómica realiza este nombramiento durante la celebración de su primer Capítulo

La atleta Yolanda Magallón y el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, cofrades de honor de la Trufa del Moncayo
La atleta Yolanda Magallón y el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, cofrades de honor de la Trufa del Moncayo
N. B.

La cofradía de la Trufa del Moncayo celebra este sábado su primer Capítulo, un año después de su nacimiento. La reunión se ha desarrollado en el monasterio de Veruela y allí se ha nombrado cofrades de honor a la atleta turiasonense Yolanda Magallón y al obispo de la diócesis de Tarazona, Eusebio Hernández.

“Estamos muy contentos y en un sitio que es una joya auténtica. Tenemos que estar contentos y orgullosos por cómo ha salido todo, porque la Cofradía de la Trufa es una cofradía sencilla pero maravillosa”, ha señalado el presidente de la cofradía, Roberto Fernández.

Pese al mal tiempo, la cita ha sido multitudinaria y la respuesta del resto de cofradías ha hecho que la asistencia roce el centenar de personas. “Nuevamente nos ha acompañado el clima fresquito tirando a muy frío como pasó el año pasado durante nuestra presentación, pero orgullosos y satisfechos de toda la gente que ha venido desde tan lejos porque han querido acompañarnos y eso para nosotros es muy importante, no sólo por dar a conocer la trufa, sino porque Aragón se merece esto y más”, ha dicho Fernández.

Se han reunido trece cofradías en representación de productos como la Morcilla de Beasain, el Salmón de Irún, la Borraja de Zaragoza, el Queso Idiazábal de Ordizia, el Espárrago de Navarra, el Aceite de Navarra, la Queimada de San Sebastián “que son gallegos pero ubicados en Donosti”, e incluso una francesa. Todos ataviados con su vestimenta propia, como capas y sombreros, y sus estandartes, lo que ha contribuido a convertir la cita en algo vistoso.

El día ha comenzado con un almuerzo en el restaurante ‘Molino de Berola’ de Vera de Moncayo, donde tienen su sede. Los invitados han degustado unos huevos fritos con virutas de trufa, jamón y patatas. Desde allí, y desafiando la aguanieve que caía en ese momento, han desfilado en procesión, al ritmo de una batucada. El destino era el monasterio de Veruela, donde el obispo ha oficiado una misa baturra con el acompañamiento del grupo ‘El Regañón’.

Después, tras hacerse una multitudinaria foto de familia, los participantes en la cita se han trasladado al antiguo refectorio para celebrar el Capítulo de la cofradía, donde se han nombrado cofrades de honor a Yolanda Magallón y Eusebio Hernández. “Es otro ambiente y otro tipo de celebración, pero que se hayan acordado de mi es de agradecer. Tengo mucho por aprender de la trufa, quiero conocerla y saborearla un poco más”, ha dicho Magallón. “Es un motivo más para estar alegre, me gusta mucho compartir la vida con la gente y estar en sus momentos de alegría, y no sólo en los de sufrimiento. Conozco la trufa desde mi estancia en Italia, donde es un producto muy apreciado. Estoy feliz de estar aquí porque entre todas las cofradías se crea un gran ambiente de fraternidad”, ha añadido el obispo.

Tras una visita guiada por el recinto monacal, se ha llevado a cabo una pequeña demostración de búsqueda de trufa con perros adiestrados y a continuación, vuelta al restaurante para compartir una comida de hermandad a base de un menú trufado con productos del Moncayo.

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