Las polémicas del ICA

El cobro del Impuesto sobre Contaminación de las Aguas (ICA) se está convirtiendo en un campo de minas. La última en estallar ha sido la bronca entre el Gobierno de Aragón y la Unión de Consumidores. Se impone un poco de mesura para no generar más dudas entre los ciudadanos.

La decisión de la DGA de cobrar el ICA en Zaragoza llegó con polémica y sigue adelante con más polémicas. El propio Ayuntamiento se ha resistido durante años a facilitar los datos necesarios para su cobro, pues son muchas las personas y asociaciones que consideran que el ICA en Zaragoza no está justificado, debido a que los vecinos ya sufragaron la construcción de las depuradoras y abonan el coste del saneamiento en el recibo del agua. De hecho, ya hay más de 7.000 recursos pidiendo su supresión. A las resistencias por parte de la corporación municipal de Zaragoza y de muchos contribuyentes, y a actos poco edificantes como el del concejal Pablo Híjar (que colgó una imagen en redes sociales en la que se le veía rompiendo el recibo), se suma ahora la bronca entre el secretario general de la Unión de Consumidores de Aragón, José Ángel Oliván, y los consejeros Gimeno y Olona.

En este asunto, sobran declaraciones altisonantes, imágenes animando a la desobediencia tributaria y amenazas con acudir a los tribunales. Es necesario que todas las partes se sienten a hablar, para cerrar de una vez este capítulo evitando la doble tributación, y que se haga mucha más pedagogía. La DGA debe hacer un esfuerzo extra para explicar a los zaragozanos por qué el ICA es el método adecuado para cumplir con la obligación de depurar las aguas, que la propia normativa de la UE adjudica a los usuarios.