Agapito Iglesias regresa al banquillo acusado de estafa y falsedad

Fiscalía y DGA creen que el empresario hinchó en 1,4 millones el coste de un aulario en Plaza y le piden entre 6 y 8 años.

Agapito Iglesias, en el banquillo de los acusados, este lunes, 8 de enero, en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Agapito Iglesias, en el banquillo de los acusados, este lunes, 8 de enero, en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Guillermo Mestre

El constructor Agapito Iglesias ha regrasado este lunes al banquillo de los acusados de la Audiencia de Zaragoza, donde se le juzga hasta el próximo miércoles por el llamado caso Aulario de Plaza. El empresario soriano se enfrenta a penas de entre 6 y 8 años de prisión por un supuesto sobrecoste de 1,4 millones de euros en la construcción de un edificio encargado por el Gobierno aragonés y destinado a impartir clases de Formación Profesional. El encausado niega que se hincharan los precios o facturaran trabajos ficticios, pero tanto la Fiscalía como la DGA le atribuyen delitos de estafa agravada y falsedad documental.

La querella fue presentada por la Unidad Especial Anticorrupción de la Fiscalía Provincial al saber que la empresa Zaragoza Plaza Center Campus Empresarial –de la que también es propietario el encausado– había cobrado a Plaza 5,7 millones de euros por el mencionado inmueble, cuando un informe pericial reducía considerablemente el coste de las obras.

Según las acusaciones, en los trabajos facturados por la constructora de Agapito Iglesias se incluía un movimiento y saneo de tierras irreal. El constructor presentó una factura en la que detallaba que había excavado la parcela del aulario a una profundidad de 5 metros "para retirar material de baja calidad y rellenarlo después con uno seleccionado". Sin embargo, tanto la Fiscalía como el Gobierno aragonés cuestionan la ejecución de dichos trabajos.

Basándose en los informes periciales practicados durante la instrucción del caso, las acusaciones mantienen que lo único que se hizo en la parcela donde se levantó el aulario de FP fue nivelar la tierra con material propio de la zona. Según estas, por dichos trabajos Plaza debería haber abonado a Codesport un total de 22.543 euros, cantidad muy inferior a la que acabó facturando la empresa de Agapito Iglesias.

Niega que facturara de más

Cuando compareció ante el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, el empresario insistió en que se llevaron a cabo todos los trabajos reflejados en la factura. Y estos incluían la limpieza de la parcela, excavación a cielo abierto, relleno, compactación dinámica del terreno, transporte al vertedero o extendido de capa de zahorra artificial.

Aunque son varias las veces que Agapito Iglesias ha acabado en el banquillo, los tribunales le han dado hasta ahora siempre la razón. La Audiencia de Zaragoza condenó al constructor por el llamado caso Naves, pero el Supremo lo absolvió después. También fue exonerado en el caso Codesport (este último recurrido).

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