Desde mañana, el hotel Meliá de la avenida de César Augusto cierra sus puertas. Las volverá a abrir en 2019 con un aspecto totalmente diferente, y compartiendo su actual espacio con 68 pisos de lujo. La cadena hotelera va a invertir unos 20 millones de euros en este proyecto, cuyas obras comenzarán el mes que viene, según informó.

El plan lleva años fraguándose, ya que requería de un permiso especial del Ayuntamiento de Zaragoza. La idea es que el actual Meliá, con 247 habitaciones, pase a tener solo 102 para, en palabras de la cadena, "para adecuarse a la demanda actual y la capacidad de alojamiento de la ciudad". Ocuparán las tres primeras plantas del enorme bloque. El hotel tendrá un bar con terraza de 760 metros cuadrados en la azotea en la que se podrían programar conciertos. Allí también habrá una nueva piscina.

En la planta baja se ubicará un bar-restaurante con terraza y acceso directo desde la calle, además de un centro de negocios con cinco salas de reuniones y un salón polivalente. En la planta semisótano se ubicarán las plazas de aparcamiento del hotel y su nuevo gimnasio.

El resto de plantas, de la 4 a la 11, habrá 68 viviendas, que comenzarán a comercializarse a partir del mes que viene. La cadena señaló ayer que serán apartamentos de entre dos y cuatro dormitorios con «acabados de lujo». Según el proyecto inicial, las viviendas tendrán una superficie de entre 69 y 214 metros cuadrados. Además, estas viviendas también tendrán plazas de aparcamiento y trasteros. Habrá dos portales para estos bloques residencial, uno en la avenida de César Augusto y otro en la calle de Ramón y Cajal.