La titular del Juzgado de Instrucción número 3, Mercedes Terrer, parece dispuesta a dar la máxima diligencia a las pesquisas del crimen de Víctor Laínez, por el que fue detenido y enviado a prisión provisional el pasado 14 de diciembre el joven antisistema Rodrigo Lanza. La magistrada ha ordenado ya que le remitan dos informes: la ampliación de la autopsia y el análisis de los restos biológicos hallados en las zapatillas que llevaba el presunto asesino.

Pero la instructora ha puesto también fecha a los primeros interrogatorios en sede judicial, provocando bastante sorpresa entre la familia del fallecido. No por la relación de personas llamadas a declarar, puesto que son las mismas que ya comparecieron en comisaría. Es la forma en que se cita a Pablo M. G., el joven que acompañaba a Rodrigo Lanza cuando se produjeron los hechos, la que ha soliviantado a los allegados de la víctima. Porque si bien la Brigada de Información de la Policía Nacional lo interrogó en calidad de investigado, la juez lo cita ahora como mero testigo.

El abogado de la familia de Víctor Laínez, Juan Carlos Macarrón, anunciaba ayer su intención de recurrir el auto para impedir que el joven acuda a declarar al juzgado sin asistencia letrada. "La Policía lo interrogó como investigado y hay indicios suficientes para sospechar que puede ser autor al menos de un delito de omisión del deber de socorro", señalaba el letrado.

La instructora del caso ha llamado a declarar a los testigos los días 8 y 12 de enero de 2018, y el nombre de Pablo M. G. ha sido incluido en la segunda jornada. Por ello, la acusación particular cree que todavía hay tiempo "para hacer ver a la juez que el joven tiene que volver a ser interrogado en calidad de investigado".

Ninguno de los clientes del bar El tocadiscos dijeron ver al amigo de Lanza agrediendo a Laínez. Sin embargo, este vio que la víctima estaba en el suelo convulsionando y sangrando por nariz, oídos y boca y abandonó el local sin ofrecerse a ayudar. Además, Pablo M. G. es el único, además del encausado, que dijo ver una navaja en manos del fallecido.

De las diligencias del caso se ha hecho cargo el Juzgado de Instrucción número 3 porque era el que estaba de guardia cuando llegó el parte médico del Clínico informando de la grave agresión sufrida por Laínez. Las pesquisas se archivaron por falta de autor conocido, pero la magistrada ha ordenado su reapertura al recibir las diligencias ampliatorias.