Torre Village suma a su oferta unos cines y afina su diseño

El proyecto del ‘outlet’ de Pikolin presenta su aspecto definitivo, reordena sus espacios y suma unos cines con el objetivo de estar listo a finales del año que viene.

Torre Village
Torre Village
Heraldo

El ‘outlet’ de Pikolin de Zaragoza ultima su diseño. El espacio comercial que se ha proyectado junto a la carretera de Logroño ha hecho público el aspecto que tendrá cuando abra sus puertas al público. Según sus promotores, el objetivo es que esto ocurra dentro de un año, a finales del año 2018. De momento, ya tienen claro cómo será la distribución de los espacios y la estética de los edificios. Y hay novedades con respecto a los planes iniciales.

Aunque se mantiene el aire industrial, en recuerdo al pasado de la parcela como fábrica de colchones, la estética de las naves ha cambiado. De unas fachadas metálicas y coloridas se ha pasado a otras en las que domina el ladrillo caravista. Además, unos grandes silos metálicos y una chimenea ‘saludarán’ a los visitantes acentuando ese toque industrial. El concepto sigue siendo el mismo: calles al aire libre con zonas ajardinadas y fuentes entre edificios con tiendas ‘outlet’, es decir, con descuentos de entre el 30% y el 70%.

El proyecto definitivo reordenará los espacios que se habían dibujado sobre el mapa inicial. En principio, el Grupo Iberebro –sociedad patrimonial de la familia Soláns– había previsto separar la zona de compras de los espacios reservados para la restauración. Estos últimos iban a ocupar lo que en su día fueron las oficinas, es decir, los bajos con forma de enjambre que se sitúan bajo la emblemática torre de Pikolin, que se ve desde varios kilómetros a la redonda. La zona de ‘outlet’ se previó en esquina contraria de la parcela, dejando la zona central para aparcamiento.

Sin embargo, finalmente los bares y restaurantes se colocarán haciendo bloque con el ‘village’, junto a las tiendas. Está por ver ahora qué uso se le dará a las antiguas oficinas, la parte con más historia de las instalaciones. Aunque aún se están valorando las opciones, su futuro podría pasar por un uso tecnológico o cultural que complemente la oferta.

Reducción de la zona ‘outlet’

En cuanto a la zona de compras, con sus tiendas ‘outlet’ al aire libre, el nuevo dibujo rebaja las previsiones iniciales. En un primer momento se anunció un ‘village’ de 22.500 metros cuadrados. Ahora, el nuevo diseño reserva una primera fase con 13.000, que se podría ampliar en un futuro a 18.000 si se detecta que hay la demanda suficiente de operadores y de clientes.

Por contra, gana espacio la zona de restauración. Cuando se diseñaron en las antiguas oficinas, los bares y restaurantes ocupaban 5.500 metros cuadrados, mientras que en el proyecto actual se extienden por 8.500. Estos locales se insertarán en antiguos silos y depósitos industriales, y albergarán restaurantes y una zona para conciertos, actividades culturales y ocio tecnológico. También tendrá unos cines, después de que la promotora haya decidido incluir estos usos en el proyecto. En principio, no estaban previstos.

El proyecto mantiene los 35.000 metros cuadrados para las llamadas medianas superficies, es decir, para los operadores de un tamaño superior. Se colocarán junto a Bauhaus, que ya abrió sus puertas en junio de 2015. Entre esta zona y la del ‘village’ habrá un aparcamiento gratuito con capacidad para unos 2.000 vehículos.

Obras y comercialización

Los promotores preparan ya la nueva documentación que tienen que presentar en el Ayuntamiento de Zaragoza para poder iniciar las obras. Esta semana, la Gerencia de Urbanismo paralizó las licencias, con el objetivo de que no corran los plazos legales y puedan presentar todas las solicitudes –proyectos de reparcelación, de urbanización y licencia de obras– de modo conjunto. En principio, si todo está correcto, los trámites no deberían ser demasiado largos, ya que el proyecto ha sido declarado como de interés autonómico.

En la página web del proyecto, los promotores siguen manteniendo la fecha prevista de inauguración para finales de 2018. Según apuntaron recientemente fuentes de Torre Village, el ritmo de las obras se puede adaptar al tiempo disponible para llegar a esta fecha, que dependerá de cuándo estén los permisos del Ayuntamiento. De momento, ya se ha podido avanzar el trabajo de derribo de la antigua fábrica, ya que la licencia para demoler estas instalaciones sí que se concedió antes del verano.

En paralelo, los promotores también trabajan en la comercialización de los espacios. El presidente del Grupo Iberebro, Alfonso Soláns, dijo en marzo que el ‘outlet’ ya tiene comprometido el 60% de sus espacios. De momento, no se quiere dar más detalles del número o la marca de las firmas comprometidas, y la promotora se limita a señalar que «hay mucho interés». Para impulsar la comercialización, está trabajando en el proyecto la compañía austriaca Ros Retail, especializada en ‘outlet’. Durante las próximas semanas, Torre Village tiene previsto presentarse a nivel internacional en una feria especializada.

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