Al menos 1.400 aragoneses se han autoprohibido entrar a casinos, bingos, salas recreativas o juegos ‘online’. «Basta con acudir a la dirección general de Justicia e Interior, enseñar el DNI y firmar una solicitud. El alta es gratuita, pero darse de baja cuesta 40 euros», ha explicado este viernes la directora general del área, María Ángeles Júlvez, en las II Jornadas de Juego Responsable en Aragón.

En 2015 figuraban 900 nombres en el registro. Gracias a él, los adictos evitan que un impulso pueda echar por tierra su recuperación. «La autoprohibición puede ser autonómica o estatal. Al inscribirse, pasan a formar parte de un fichero. Es al entrar a un casino o una sala recreativa cuando se comprueba si la persona en cuestión está o no autoprohibida», ha recalcado.

En cuanto a los menores, ha subrayado la política de «tolerancia cero» en las salas físicas, que sí son competencia del Gobierno de Aragón. «A las empresas se les exige que jueguen limpio», ha afirmado. Para atajar el juego ‘online’, en cambio, «es el Estado quien debe poner los mecanismos». Azajer, por ejemplo, cree que el primer paso es «regular la publicidad en radio y televisión». Sobre todo, la que se emite en horario infantil.

Seis menores detenidos en 2017 con DNI falsos

Este año, la Policía ha detenido a seis menores en 920 inspecciones. Este es el balance de la acción policial llevada a cabo en los salones de juego de Aragón en 2017. Carolina Chaves, inspectora de la Unidad de Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma, ha confirmado que hasta octubre se han levantado tres actas por permitir la entrada de jóvenes de menos de 18 años.

«En el segundo semestre de 2015 fueron 32 y el año pasado, 18», ha explicado. Esto se tradujo en el arresto de ocho menores. «Todos portaban documentación falsa», ha recalcado.

La Comunidad, según sus palabras, tiene 116 salones (85 en Zaragoza, 21 en Huesca y 10 en Teruel). La estadística evidencia que las inspecciones han ido en aumento en los últimos ejercicios, ya que 2017 superará, con toda seguridad, las 1.066 de 2016.

Se vigilan, sobre todo, aquellas salas situadas en las inmediaciones de colegios e institutos. El problema está en que hay adultos que cogen el dinero de los menores y apuestan por ellos, trampa que hace que la situación sea mucho más difícil de controlar. «También se están viendo muchos delitos de estafas», ha apuntado Chaves.

Tanto la presidenta de la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación, Esther Aguado, como la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez, han confirmado que las salas están respondiendo «bastante bien» a las exigencias del Gobierno de Aragón. «Hasta 2015, en cambio, existía un consentimiento tácito para no controlar a los grupos más desfavorecidos: los menores y los autoprohibidos», ha señalado esta última.

Aguado, por su parte, ha subrayado que su asociación no quiere demonizar el juego, ya que «también crea empleo». Cree, en todo caso, que estas empresas forman parte del problema y que, por tanto, «tienen que responsabilizarse». «Lo importante es que todo esté bien regulado», ha expuesto.

Para los jóvenes afectados, y para todas aquellas personas que sufren ludopatía, Azajer ofrece atención telefónica y presencial, charlas en colegios y terapias en las que se trata «a toda la familia».