El plan de poda tendrá que esperar (otra vez)

FCC rechaza la prórroga de un año del contrato que le ofrecía el Ayuntamiento de Zaragoza, así como el plus de 1,4 millones para reforzar el mantenimiento del arbolado.

Ramas caídas este lunes sobre la terraza de un bar en Zaragoza.
El fuerte viento obliga a los bomberos de Zaragoza a realizar de una docena de salidas por la caída de ramas
La Bocca, en Madre Vedruna

El ansiado y necesario plan especial de poda tampoco se ejecutará este otoño. A pesar del riesgo de caída de ramas y árboles –que se evidencia en estos días de cierzo intenso–, el Ayuntamiento de Zaragoza y FCC no han llegado a un acuerdo que permita que se ejecuten unos trabajos especiales que refuercen las labores habituales de mantenimiento del arbolado de la ciudad. Así, según apuntan fuentes del gobierno municipal, habrá que esperar al menos hasta mediados del año que viene para que esta poda extraordinaria sea una realidad.

Durante estos días de viento, varias ramas y árboles se han caído en las calles de Zaragoza. Solo el lunes, cuando se registraron las rachas más fuertes, los Bomberos tuvieron que actuar una quincena de veces, en puntos como Isabel la Católica, Duquesa Villahermosa o la avenida de Goya. A pesar de que el pasado verano desde el gobierno se anunció que en otoño o invierno se aplicaría el plan especial de poda, este no llegará. El motivo que dan es que la negociación con FCC, empresa que lleva el mantenimiento de la mayoría de los parques y jardines de la ciudad, no ha fructificado.

El contrato del Ayuntamiento con esta empresa caduca el próximo 31 de diciembre, aunque contempla la opción de que se prorrogue durante un año más si ambas partes están de acuerdo. El Consistorio ha ofrecido a FCC esta opción, y la ha vinculado a un plan especial de poda para toda la ciudad de 1,4 millones de euros con el que se podrían tratar de forma extraordinaria un buen número de ejemplares que presentan riesgos de caída. Por esa cantidad, se exigía a la empresa la contratación de más personal. Hay que tener en cuenta que habitualmente se destinan a estas labores unos 870.000 euros al año, por lo que los 1,4 millones suponían casi duplicar la cantidad anual para las podas.

A la espera del nuevo contrato

Sin embargo, siempre según las citadas fuentes del gobierno municipal, la empresa lo rechazó, por lo que no habrá ni prórroga del contrato de un año ni plan especial de poda. Desde FCC han preferido no hacer comentarios sobre esta información.

En el Ayuntamiento son conscientes de que estos trabajos son necesarios, pero para poder ejecutarlos habría que sacar un concurso público específico, ya que –según apuntan– no se pueden encargar los trabajos directamente a FCC. Así, habrá que esperar a conocer cuál es el futuro del servicio a partir de enero para calcular cuándo se podrían ejecutar los trabajos de poda extraordinarios que están previstos.

En principio, este mes el pleno decidirá si el mantenimiento de los parques se municipaliza –como quiere ZEC– o si se saca un nuevo concurso para que lo siga gestionando una empresa. Si, como todo hace indicar, la oposición rechaza la internalización del servicio, el refuerzo de las labores de poda se incluirían en el pliego de condiciones, que el gobierno ya tiene casi preparado y que saldría a concurso antes de final de año. Eso sí, su adjudicación llegará, como pronto, a mediados del año que viene, así que los trabajos empezarían como pronto durante el próximo verano.

Mientras tanto, FCC seguirá prestando el servicio, a pesar de rechazar la prórroga que le brindaba el contrato. Al tratarse de un servicio esencial, la empresa está en la obligación de continuar con su labor hasta que se elija una nueva contratista mediante concurso público.

Petición de una poda extra

La poda del arbolado levantó durante el primer semestre del año una intensa polémica, después de la caída de varios ejemplares de gran porte en la ciudad, uno de los cuales causó un herido. Los grupos de la oposición, el Justicia de Aragón y entidades vecinales reclamaron al gobierno que aplicara un plan especial que minimizara un riesgo de caída que, por otro lado, siempre existe por el fuerte cierzo, así como por la edad de muchos de los árboles de la ciudad.

La polémica de las podas arrancó hace más de un año, cuando el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, paralizó los trabajos en los árboles grandes que no estaban previstos en el pliego de condiciones, a pesar de que había informes que alertaban de los problemas de seguridad que se podrían generar. Estos trabajos, no obstante, no afectaban a las salidas urgentes que se realizan cuando se observa que hay riesgo inminente de que caída.

El edil de ZEC condicionó la ejecución de los trabajos extraordinarios a que FCC garantizara que esas labores iban a estar debidamente justificadas, y que se iba a contratar a más empleados para ello.

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