El Ayuntamiento comienza a capturar gatos callejeros en el colegio Labordeta

La DGA detectó problemas de insalubridad. No está claro el origen de las picaduras de los niños.

Gato callejero capturado este viernes con una jaula en el colegio Labordeta.
Gato callejero capturado este viernes con una jaula en el colegio Labordeta.

La unidad de Protección Animal del Ayuntamiento de Zaragoza ha comenzado a capturar gatos callejeros en el colegio Labordeta del barrio del Actur, tras la petición que hizo la dirección del centro en septiembre y las denuncias en los últimos días de varias familias. Voluntarios del programa municipal CES (Captura, esterilización y suelta) cogieron a mano una cría de gato el viernes, y este lunes han cogido 13 ejemplares adultos y cachorros con jaulas instaladas en el patio.

Familias del centro explican que la presencia de gatos en el entorno es habitual desde hace años. Son animales que proceden de un solar contiguo al colegio. Pero últimamente habían aumentado las quejas por su presencia. La dirección del centro pidió a la Administración que actuara contra los gatos. Y el sindicato CSIF denunció la semana pasada que los gatos habían provocado una plaga de pulgas y que varios niños habían sufrido picaduras de los insectos.

No está claro que las lesiones sufridas por algunos niños sean consecuencia directa de la presencia de gatos en el entorno y en el patio del colegio. Pero tanto la DGA como el Ayuntamiento han comenzado a actuar en el centro. Técnicos de Salud Pública de la DGA realizaron una visita al colegio a finales de septiembre y detectaron problemas de "insalubridad" en algunas zonas del patio. Los técnicos señalaron la presencia de gatos y palomas, y pidieron al colegio que tomara algunas medidas. En colaboración con el Departamento de Educación, la semana pasada se sustituyó el arenero del patio de Infantil por una zona de césped. Y el fin de semana se procedió a la desinfección del centro.

Además, la unidad de Protección Animal del Ayuntamiento también visitó el colegio la semana pasada, tras un requerimiento tramitado en septiembre por la junta de distrito. Un funcionario y varios voluntarios del proyecto CES inspeccionaron el centro y comenzaron a hacer guardia el fin de semana para tratar de capturar a los animales.

"Detectamos que hay una colonia de gatos no oficial en los solares y campos que rodean el colegio. Y observamos falta de limpieza y dejadez en las instalaciones del centro", afirma Ana de Arcos, coordinadora de voluntarios del proyecto CES y una de las personas que está participando más activamente en la captura de los animales.

Tanto el colegio como la asociación de padres y madres niegan la falta de limpieza del centro. En la parte trasera del colegio hay una zona ajardinada menos cuidada, donde los niños no tienen acceso, que se usa a veces para almacenar materiales. "Tanto el equipo directivo como el docente han llevado a cabo todas las actuaciones necesarias para solucionar el problema", afirma la APA en un comunicado. Las familias no quieren que los gatos entren al centro y piden al Ayuntamiento que estén controlados y esterilizados.

Colonia controlada

"Culpar a los gatos de las picaduras sufridas por algunos niños del colegio no es justo. No hay informes claro que lo demuestren. Los gatos callejeros no son un problema si están controlados. Su presencia controlada es beneficiosa para el entorno. Sirven de controladores naturales de roedores e insectos", destaca Manuela García Villamayor, jefa de la unidad de Protección Animal.

La intención del Ayuntamiento es crear una colonia controlada de gatos en el entorno del colegio Labordeta para evitar su proliferación. El proyecto CES comenzó en 2013 siguiendo otras iniciativas europeas y funciona gracias a la colaboración de unos 200 voluntarios en la ciudad.

El programa consiste en capturar, esterilizar y devolver a su colonia original a los gatos callejeros, a la vez que mantener las colonias y sus ubicaciones en buenas condiciones higiénico-sanitarias. El objetivo es reducir la proliferación descontrolada de colonias, disminuir los conflictos vecinales y mejorar la calidad de vida de los animales. Ahora hay 87 colonias controladas con cerca de 2.000 gatos. Cada día, uno o varios voluntarios acuden a estos puntos para alimentar y vigilar a los animales. Si detectan algún ejemplar nuevo no esterilizado, organizan su captura.

"No nos podemos llevar a los gatos y hacerlos desaparecer. Son animales salvajes que no podemos dar en adopción ni pueden vivir en una protectora. Hace años se capturaban y se mataban. Pero eso no es legal ahora ni ético. Los cuidamos, los vigilamos y los controlamos. Hay que acabar con la alarma social innecesaria en torno a los gatos. Debemos destacar los beneficios del programa CES y educar en la empatía y el respeto de los seres vivos. No olvidemos que el origen de los gatos en la calle y la formación de colonias es el abandono de estos animales", subraya Manuela García Villamayor.

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