La lluvia matutina no pudo silenciar los sonidos de las gaitas que inundaron el centro de Zaragoza. La música no entiende de fronteras ni nacionalidades, por ello, diversos grupos especialistas en este instrumento acudieron al IIEncuentro de bandas de gaitas organizado por un grupo de la Comunidad, Gaitas de Boto Aragonesas. En total, siete agrupaciones participaron en esta cita.

Desde el país vecino, los franceses Boha qui Pòt pusieron el toque internacional al evento, el resto de bandas procedían de diferentes lugares de España desde puntos tan lejanos como Asturias, la banda Esbardu; y Xeremiers de Sóller procedentes de Mallorca. Asimismo, Sons de la Cossetània de Tarragona; Xeremiers de Sóller de Mallorca, Bucardo de Zaragoza, Gaiters de Tierra Plana de Huesca y los propios organizadores formaron el cartel.

Cerca de 150 personas participaron en este acto musical que se extendió durante toda la jornada. La principal protagonista era la gaita, pero a ella le acompañaban numerosos instrumentos de percusión –tambores y panderetas, entre otros– que tocaban desde niños de diez años hasta personas jubiladas. Por la mañana, los grupos desfilaron desde la plaza de Santa Engracia hasta la del Pilar. En el transcurso del pasacalles, les sorprendió la lluvia pero no impidió que las bandas siguieran tocando debajo de los porches del paseo de la Independencia, donde decenas de personas se convirtieron en público improvisado, que preguntaba sorprendido a qué se debía tal concierto y grababa con sus teléfonos móviles el espectáculo que combinaba música y baile.

Las dulzainas, tarotas y gaitas de los Gaiters de Tierra Plana, procedentes de Huesca, no quisieron perderse esta oportunidad de tocar con sus compañeros. "Hemos venido unas catorce personas. Estos encuentros están muy bien, nosotros también organizamos uno en las fiestas de San Lorenzo desde hace seis años", señaló Alicio García, miembro de la agrupación.

Por otro lado, con un uniforme muy particular –un traje negro con pentagramas y notas musicales– cerca de veinte miembros de la banda catalana Sons de la Cossetània de Tarragona se unieron a esta cita. Aunque son un grupo joven, su creación fue hace cuatro años aproximadamente, han participado en numerosas concentraciones musicales.

Una buena sintonía

"Hace tres años hicimos un primer encuentro y ya era hora de hacer el segundo", comentó Jesús López Báguena, uno de los organizadores de la Banda de Gaitas de Boto Aragonesas. Por la tarde presentaron un libro ‘Nuevas Tonadas IV’ y cantaron al son de gaita. "Cada una de las bandas actúa un cuarto de hora luciendo sus mejores músicas y finalmente todas las bandas juntas tocamos dos piezas aragonesas: el Cascabillo y Aqueras montañas", explicó el músico.