La portavoz municipal de Economía del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, María Navarro, ha presentado este jueves sus votos particulares a las ordenanzas fiscales de 2018, en las que propone que se congele el IBI en la industria y los usos diferenciados y una bonificación del 95 % en la plusvalía.

Navarro ha comparecido en rueda de prensa un día antes de que se acabe el plazo para presentar votos particulares a las ordenanzas fiscales de 2018, que fueron pactadas por ZEC, PSOE y CHA.

Ha explicado que en los votos particulares no pueden plantear cambios más allá de los artículos modificados por el Gobierno, por lo que presentará propuestas normativas para los artículos que no se encuentran bajo este supuesto.

Según la concejala del PP, los partidos de la izquierda han "asfixiado" a los zaragozanos en los últimos años, con un incremento de la recaudación por el IBI de 43 millones desde 2010 y de casi 10 desde el comienzo de esta legislatura.

En este sentido, ha preguntado al responsable de Economía, Fernando Rivarés, qué más ha hecho para recaudar además de subir impuestos, como por ejemplo a través del anunciado plan contra el fraude fiscal, la reducción del "gasto superfluo" o las negociaciones en torno a la Ley de Capitalidad o el pago de la deuda del tranvía por parte de la DGA.

Además, ha recordado que en este ejercicio se han recaudado vía impuestos directos 22 millones de euros más de los previstos, por lo que ha considerado que hay margen para reducir las tasas el próximo año.

Del mismo modo, ha remachado que a "los partidos de la izquierda se les llena la boca con la progresividad fiscal" y las modificaciones planteadas no responden a ese principio.

Por último, se ha preguntado "para qué se quiere recaudar más si luego el presupuesto no se ejecuta".

Así, ha planteado que se mantenga el IBI a la industria, frente al 2,75 % de subida propuesta, y congelarlo también en los usos diferenciados (almacén, comercio, hoteles, deportivo, religioso o espectáculos).

Por otro lado, los populares también han incluido en sus votos particulares que se bonifique en un 95 % el impuesto de plusvalía sin límite de valor catastral "por justicia, por coherencia y por doble imposición".

Por último, ha reclamado que no se incremente la tasa de basuras hasta que no se firme el acuerdo entre el Ayuntamiento y la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), ya que ahora mismo no se sabe todavía cuántos municipios van a verter sus residuos en la ciudad.

Navarro ha aprovechado también para denunciar la presión fiscal por habitante en Zaragoza, que ascendía a los 685 euros en 2016, una cifra "mucho mayor" que la que existe en otras ciudades de tamaño parecido, como Sevilla, Valencia o Málaga.