Campaña vecinal contra el destierro del acusado del crimen de Ricla

La familia del homicida lamenta mucho lo que pasó pero cree injusto que le prohíban volver al pueblo al salir de prisión.

Un grupo de vecinos de Ricla se concentrará esta tarde en el parque ubicado junto al Hogar del Pensionista para oponerse al posible destierro de Francisco José Canela, al que un jurado popular juzgará a finales de mes por disparar el arma que acabó con la vida de Robert Racolti, de 23 años, el 10 de enero de 2016. La Fiscalía pide para el presunto homicida 19 años de cárcel, mientras que la acusación particular eleva la pena a 25 años y exige que se le prohíba volver al pueblo cuando salga de prisión. Solicitud, esta última, que la familia y el entorno del encausado consideran "injusta".

"Lo sucedido es algo gravísimo y tanto él como toda nuestra familia lo lamentamos muchísimo. Sé que la muerte de esta persona pesa sobre la conciencia de mi hermano y que aún no puede dormir. Porque nunca quiso acabar con la vida de nadie", asegura Isabel Canela. "Hubo tres disparos y uno de ellos podía haber causado la muerte a Francisco José. Sinceramente, no sé si hasta lo hubiera preferido", confiesa la hermana del encausado.

La familia y los amigos del encarcelado saben que un hecho de estas características conlleva un importante castigo. Sin embargo, no entienden cómo además de una pena de hasta 25 años la acusación particular puede plantear el destierro de Francisco José Canela. "Nos parece injusto que, una vez cumplida su condena, mi hermano no puede recuperarse con su entorno más próximo, con la gente que le quiere y que sabe que él nunca quiso matar a nadie", explica Isabel Canela.

Saben que tendrá que ser el jurado popular quien emita veredicto y se pronuncie sobre el posible destierro. En cualquier caso, el entorno del presunto homicida recuerda que la familia de la víctima ya no vive en Ricla, por lo que el regreso al pueblo del autor del disparo no les supondría ningún quebranto.

La defensa pide cinco años

El despacho de abogados Laborda Vela, que se encarga de la defensa del vecino de Ricla, considera que este cometió un homicidio por imprudencia por el que piden 5 años de prisión. Mantienen que el acusado tenía miedo del joven fallecido y de su novia y que fueron ellos los que se abalanzaron sobre él y, en el forcejeo que mantuvo con el varón, se le disparó el arma y le alcanzó en la cabeza. Alegan que en este caso concurren las circunstancias atenuantes de consumo de alcohol y drogas y miedo insuperable.

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