¿Qué fue de Myla Reservas?

Tras haber saltado a la fama por sus respuestas a clientes descontentos a través de internet, la pensión La Ferroviaria ha aumentado en un20% las reservas de su establecimiento.

Milagros Aguirre en la pensión.
¿Qué fue de Myla Reservas?
Camino Ivars

Después de la tormenta siempre llega la calma. Y sino que se lo digan a Milagros Aguirre –más conocida por su apodo en las redes, Myla Reservas-, responsable de la pensión zaragozana La Ferroviaria, ubicada en la calle Madre Sacramento, 63. Tras convertirse en una noticia viral y protagonizar entrevistas en medios de toda España, esta vecina de Zaragoza de 55 años, que lleva trabajando más de 30 en la pensión -“toda la vida”, indica-, asegura que todo ha vuelto a la normalidad.

“Estoy flipando. Todavía lo estoy digiriendo”, aseguraba en una entrevista concedida a Heraldo.es el pasado 2 de agosto. Tras el asedio mediático, Aguirre afirma que se han mantenido los mensajes de apoyo y los comentarios en su defensa llegados de toda España, incluyendo a sus familiares y clientes de toda la vida. Ella, por su parte, ha decidido seguir siendo la misma: “En las páginas de reservas sigo idénticamente como hasta ahora, respondiendo a los comentarios que considero injustos y agradeciendo a los clientes sus palabras de apoyo”.

Aunque la última vez declaraba no ser “muy amiga de eso de las redes sociales”, ahora admite que ha decidido darle una oportunidad a Facebook. “Todo lo que pasó me pilló completamente por sorpresa, fue mi hijo el que me avisó de que estaban hablando de mí en Twitter, yo no sabía ni lo que era eso”, recuerda. “Me dijo, la has liado parda. Y ahí empezó todo”, añade.

Aunque reconoce que en un momento temió por las consecuencias de lo ocurrido y porque afectase a su trabajo; ahora, casi un mes después, Aguirre afirma que durante este mes de agosto las reservas en su establecimiento han crecido en un 20%. “La verdad es que estoy contenta y si encima viene más gente, pues mucho mejor. Lo que tengo claro es que yo no voy a cambiar ni mi actitud ni mi forma de ser. Admito a todo aquel que cumpla las normas”, asevera.

Otra de las novedades de la pensión La Ferroviaria es que a partir del mes de octubre acometerá una serie de reformas para mejorar sus instalaciones, empezando por la fachada. “Mucha gente se queja de que es vieja y es verdad, es algo que tenía pensado de antes”, afirma.

El edificio cuenta con un total de 21 habitaciones y espacio para 25 inquilinos y se encuentra ubicado en una calle muy cercana a la antigua estación de trenes, en la que tradicionalmente se han radicado este tipo de alojamientos. Sin ir más lejos, a escasos metros –en el número 45 de la misma calle- existe la pensión Fortea, que perteneció a sus padres hasta que se jubilaron y decidieron traspasarla. “Hoy la lleva un chico joven, muy majo. Trabajamos los dos sin problema”, explica.

Nadie sin registrar

Trabajar en una pensión da para muchas curiosidades y, tras tantos años, Aguirre asegura que tiene historias de todo tipo, sobre todo las protagonizadas con gente que intenta colar a otras personas en su propiedad. “En nuestro caso no aceptamos clientes de larga estancia, como máximo 15 o 20 días, nos gusta que vaya variando”, admite.

Una de las últimas historias que vivió en la pensión estuvo protagonizada por dos parejas y un menor: “Recuerdo que a la mañana siguiente bajó una de las mujeres y me preguntó si podía pasar con su guía… Yo le dije que me daba igual quién fuese, que si entraba lo tenía que registrar”. “Por mí como si quieren reservar una habitación para meditar, pero si entra, tiene que pagar”, añade Aguirre.

En su opinión, “hay gente que es capaz casi de cualquier cosa por ahorrarse unos euros”. “Otro día vino un matrimonio francés con dos hijos y recuerdo que por la noche oímos unos ruidos muy extraños”, explica. “A la mañana siguiente, cuando estábamos en recepción, de repente, vimos salir un perro enorme disparado hacia la calle. Lo habían colado por la noche y todo por ahorrarse 5 euros”, critica.

Sin embargo, esta aventura también le ha dejado experiencias positivas, como la visita de Jordi Melendo, de la Guía Melendo del Champagne que dejó constancia en su perfil de Facebook: “Conocí la pensión La Ferroviaria de Zaragoza y la singularidad de Myla AT, su propietaria a través de un programa de máxima audiencia. Le caracteriza que responde con elegancia e ironía las críticas que recibe por parte de algunos clientes. Me dije: 'Yo tengo que conocer esa pensión'. Pues esta noche pasada he dormido muy bien y barato. Recomiendo esta pensión a la que volveré. Seguro”.

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