Migas a cubierto en Tarazona para evitar que queden pasadas por agua

El tercer día de las fiestas patronales de Tarazona en honor de San Atilano fue un calco de las dos jornadas anteriores, con una mañana relativamente tranquila respecto al tiempo y una tarde lluviosa. El día empezó con precipitaciones que no pararon hasta las diez de la mañana, apenas media hora antes del comienzo del reparto de migas a la pastora. Ante esta tesitura, el Ayuntamiento decidió trasladar esta cita al recinto ferial.

El reparto se hace siempre en el parque de Pradiel, pero aunque dejó de llover para ese momento, el suelo estaba embarrado y lleno de charcos, con el riesgo que ello entraña en una actividad que siempre es multitudinaria. Pese al cambio, se agotaron las 1.500 raciones de migas preparadas por los miembros de la brigada municipal, y la fila para conseguir el almuerzo rodeaba el edificio y llegaba hasta la calle del Reino de Aragón.

Se suspendió la salida de la comparsa de gigantes y cabezudos que siempre acompaña el acto, amenizado ayer únicamente por la música de los Gaiteros de Tarazona. "El suelo está mojado y por lo tanto resbaladizo y lo primero que tenemos que hacer es mirar por la seguridad de las personas", insistió el concejal de Festejos, Julio Gracia.

Ante la previsión de lluvia por la tarde, la comida juvenil que iba a reunir a cientos de turiasonenses también en el parque de Pradiel al aire libre, con fiesta y música de DJ en la sobremesa, fue trasladada a uno de los pabellones del polideportivo municipal. La meteorología confirmó la acertada decisión, ya que a partir de las cuatro de la tarde cayó una tromba de agua considerable.

Hoy habrá otra oportunidad para que los niños disfruten con los gigantes y cabezudos, y también con el parque infantil en la Virgen del Río. En Tarazona miran al cielo cruzando los dedos.