El encarcelado por quemar el piso de su ex dice que esta es "propensa a denunciar"

Fue juzgado ayer acusado de agredir a la mujer seis días antes de provocar presuntamente el ?incendio.

Varios vecinos de la calle de Francisco Izquierdo observan el piso en el que se produjo el incendio.
El encarcelado por quemar el piso de su ex dice que esta es "propensa a denunciar"
T. Galán

Manuel O. L., de 37 años, en prisión provisional desde el pasado domingo como presunto autor de tentativa de homicidio, lesiones, daños y quebrantamiento de una orden de alejamiento –delitos todos ellos cometió el pasado 22 de agosto supuestamente al quemar la vivienda de su expareja–, fue juzgado ayer por agredir e insultar a su excompañera sentimental solo seis días antes del incendio. En concreto, el fiscal le acusa de dar un cabezazo en la frente a la mujer y de insultarla públicamente en un bar de la calle de Pablo Parellada del barrio de Torrero, hechos ocurridos el 16 de agosto, por los que le pide nueve meses de prisión.

El acusado, como ya hizo cuando fue detenido por la Policía, negó todas las acusaciones. En su defensa, aseguró que era su expareja quien le acosaba a él para que volviera con ella e incluso llegó a decir que era "propensa a denunciar". "Me empezó a pedir dinero que le debía. Yo no le hice nada y me fui del bar", declaró. Añadió que él "nunca" la ha tocado. "Ella a mí sí que me ha pegado", subrayó.

Falso testimonio

Sus afirmaciones fueron desmentidas rotundamente tanto por la víctima como por una amiga que la acompañaba en el momento de producirse los hechos. Tan solo fueron corroboradas por un testigo al que la fiscal no creyó ni una palabra y, de hecho, anunció que pedirá que sea investigado por falso testimonio. Entre otras cosas, este testigo dijo que el suceso ocurrió el sábado 19 de agosto cuando fue el miércoles 16.

La expareja declaró que sobre las 12.30 de ese día estaba en la terraza del bar con su amiga cuando llegó Manuel O. L. y empezó a proferir insultos obscenos. Para evitar que siguiera faltándolas delante de todos, ambas entraron al local. "El me siguió y me empujó con fuerza, mientras continuaba insultando. Los del bar le dijeron que se fuera y salió. Pero volvió a entrar, se me acercó y me dio un cabezazo en la frente", explicó T. V. T.

A raíz de la agresión, la mujer denunció los hechos, que fueron ratificados por su amiga. También fue al hospital, donde le apreciaron una contusión en la frente, que la forense confirmó y cifró el tiempo de cura en 8 días no impeditivos.

"Cuando estábamos en el médico, me mandó un wasap pidiéndome perdón y diciéndome que se le había ido la mano. Lo guardo aquí", dijo la joven a la titular del Penal número 9. El episodio no terminó ahí, ya que ese mismo día por la tarde, Manuel O. L. se presentó en el supermercado donde trabaja su expareja. "Fui con la intención de preguntarle que por qué me había denunciado si no había hecho nada", dijo él ayer.

"Grité al verlo (el hombre no puede entrar al establecimiento porque tiene una orden de alejamiento por hurto) y me dijo que cómo le hacía esto. Me fui hacia dentro y mis compañeras le pidieron que se marchara. Se fue amenazándolas a todas", afirmó ella.

"Mal ojo para las parejas"

Para la fiscal y la acusación particular, ejercida por el letrado Joaquín Enciso, estos hechos constituyen un delito de lesiones en el ámbito familiar y otro de injurias. El ministerio público cuestionó que la defensa alegara que tanto la víctima como la testigo hayan tenido juicios anteriores como víctimas de malos tratos. "Si denuncian unos hechos y obtienen una sentencia condenatoria (como es el caso) lo más que podemos decir es que tienen mal ojo para elegir pareja. Apuntar otra cosa es tratar de difamar", dijo.

Añadió que ella también podía haber aportado los "ocho folios" de antecedentes por los que ha sido condenado el acusado, pero que no lo hacía porque a efectos de reincidencia, los que tiene por lesiones ya están cancelados.

Por su parte, el abogado de Manuel O. L., Óscar Espinosa, defendió la inocencia de su cliente y dijo que lo único que existe contra él son las declaraciones de su excompañera y las de la amiga de esta, con la que tiene "muy mala" relación (y también una orden de alejamiento). Expuso que no se puede exigir al testigo que se acuerde del día y que la denunciante no ha sido capaz de decir desde qué teléfono le envió el wasap pidiéndole perdón.

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