"¡No somos cojos, somos cojonudos!", cantó Sofía Villellas acompañada por cientos de ejeanos y ejeanas. Ella es usuaria de la Fundación AMFE, organización pregonera de este año, y fue la encargada ayer de poner voz al sentimiento de sus compañeros, todos ellos con discapacidad física y orgánica. Fue sin duda uno de los momentos más divertidos y también emocionantes del arranque de las fiestas. En el balcón del Ayuntamiento y ante multitud de vecinos aguardando abajo, hizo todo un canto a la aceptación de la discapacidad y al sentido del humor. Continuó diciendo que en AMFE son gente "positiva", que ha aprendido a vivir con sus limitaciones y que lucha cada día "por ser uno y una más".

Esta fundación tiene más de 360 socios y trabaja para cubrir las necesidades de sus usuarios y de sus familias. Lo hacen desde el ámbito social, laboral y también cultural. La organización se forjó como asociación en 1988 con Juan José Romeo, su fundador, al frente del proyecto. Pero Juan José sobre todo es el padre de Pablo, uno de los miembros más veteranos. Ayer también se dirigió a sus vecinos, no podía faltar en la lectura del pregón, y dejó un mensaje positivo y pedagógico: "Os quiero invitar a que tengáis simpatía y comprensión con todas las personas con discapacidad. Mi hijo Pablo ha unido a toda la familia, y eso es lo bonito e importante, el estar unidos, el dedicarse a los demás y a los que nos necesitan".

Además de dos trabajadoras también intervino otra de las usuarias, Esther Tobajas, y la presidenta, Ana Gracia, que visiblemente emocionada agradeció este reconocimiento. "Gracias por hacer visible la discapacidad física. Y sobre todo por hacer que Ejea, una ciudad con pocas barreras, sea una ciudad sin barreras para la alegría y la fiesta", remarcó. Minutos antes, la alcaldesa, Teresa Ladrero, se dirigió a los ejeanos y señaló: "Es un lujo de fiestas y de ciudad. Demostrémoslo como mejor sabemos, con alegría, civismo y hospitalidad. Además, este año tenemos a unos pregoneros que prestigian a Ejea".

Un inicio de las fiestas multitudinario, tanto por el número de personas que aguardaban a los pies del ayuntamiento, como por aquellos que desde el balcón participaban en este acto inicial.

El colorido y la diversión volvió una vez más por parte de los vecinos, con pancartas de las peñas y disfraces. Un arranque de fiestas que contó también con la presencia del presidente del Gobierno de Aragón y ejeano, Javier Lambán. "Un pregón francamente conmovedor. Durante mis años como alcalde fui muy sensible a la problemática de la gente con discapacidad y he tratado de colaborar con ellos en todo lo que han requerido", señaló.

La celebración, amenizada en todo momento por la música de las charangas, llevó a los vecinos por diferentes calles de la localidad hasta el río Arba, para dar así por inauguradas las fiestas. Un ritual que se repite cada año y que congrega a gran número de personas.

Y mientras buena parte de los ejeanos disfrutaban de la fiesta y dejaban atrás la puerta del ayuntamiento, otros comenzaban su trabajo. Las brigadas de limpieza iniciaban una ardua tarea: recoger los residuos de uno de los puntos más neurálgicos. Este año hay un refuerzo en el servicio de limpieza. "Hemos hecho un contrato extraordinario y esperemos que funcione, que la ciudadanía nos ayude para que Ejea se encuentre lo más limpio posible, dentro de lo que supone la fiesta en la calle", apuntó la concejala de Urbanismo, Juana Teresa Guilleme.

Otra de las actividades destacadas en la primera jornada festiva de Ejea se desarrolló a primera hora. Más de 750 personas participaron en la VIII Marcha de la Mujer y a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer. Una cita deportiva, cada vez más consolidad y querida por las ejeanas. Este año la cifra solidaria se ha incrementado 800 euros y esta asociación recibirá 4.500 euros. La marcha, de carácter inclusivo, tiene como objetivo que las mujeres practiquen y disfruten con el deporte. Cada vez son más las niñas y también mayores que se suman a esta iniciativa.