En remolque al santuario de Misericordia de Borja

Las mayordomas de Borja decidieron recuperar ayer una tradición para las fiestas de San Bartolomé: acudir hasta el santuario de la Misericordia en remolque. Y es que, según relató el alcalde, Eduardo Arilla, "antiguamente se iba a esta romería con caballos, burros o carruajes" pero, con el paso del tiempo, esta costumbre se fue perdiendo.

La localidad de Borja celebró desde el pasado martes hasta ayer las fiestas de la cofradía de San Bartolomé. Durante estos días se ha representado el dance y el paloteado. Ayer por la mañana, a partir de las 9.00, tuvo lugar la romería a la Misericordia, un complejo situado a unos siete kilómetros del centro de la población.

En esta ocasión, las mayordomas, acompañadas por sus hijos, se desplazaron hasta el santuario en un remolque sujeto a un tractor que habían decorado con globos, flores y cintas de colores, y con la imagen del santo.

Sara Aísa fue una de las mayordomas y viajó en el remolque con sus sobrinas: "Este año decidimos volver a recuperar la tradición". Según relató, "las mayordomas preparamos las fiestas y los roscones. Hace 20 años éramos danzantes del paloteado" y ayer (por el jueves) volvieron a repetir este baile. Ellas animaron también a los vecinos a participar con carrozas engalanadas en la romería, y hubo quien quiso también recuperar esta tradición.

A las 11.00, hubo un pasacalles por el santuario, con los danzantes y la Agrupación Musical Borjana. Una hora después se representó el dance y el paloteado en la plaza. Como también viene siendo habitual, hubo concurso de ranchos. Los asistentes aprovecharon la jornada para pasar un día de convivencia en el santuario, junto a familiares y amigos. Por la tarde, las mayordomas se encargaron de repartir el roscón entre los vecinos.

El próximo martes por la tarde se celebrará el traslado de la urna del santo de la iglesia a la casa de las nuevas mayordomas: María y Laura Pablo, Andrea Navarro y Mónica Cuartero.