Tras seis días de trabajo y una fuerte polémica por las complicaciones que puede causar en el tráfico rodado, el primer tramo del carril bici del paseo de Sagasta estará concluido el lunes, día en que se abrirá a la circulación ciclista. Ayer mismo se completaban las labores de señalización vertical y los primeros trabajos de semaforización, mientras que algunos ciclistas ‘inauguraban’ la vía pese a que las obras todavía no han concluido.

Según informó el Ayuntamiento de Zaragoza, se han cumplido sin problemas los plazos previstos y ahora solo queda rematar pequeños detalles de la obra. Hay que tener en cuenta que ha habido dos turnos para pintar, uno de día y otro de noche. El carril es recto y bidireccional, no invade el bulevar central, tiene 2,5 metros de anchura y 495 de longitud y está separado del resto de la calzada por bolardos. El proyecto no ha contado en ningún momento con consenso político y vecinal y ZEC lo ha ejecutado en contra de la posición mayoritaria del pleno, que exige que se analicen otras alternativas.

Antes de abrir al tráfico el carril bici el lunes, habrá que modificar la regulación de los semáforos de todos los cruces afectados, hecho que causará algunas afecciones. Esta operación, que se prolongará durante parte de la mañana, se producirá a partir de las 10.00 y obligará a apagar los semáforos del paseo.

El Consistorio indicó que habrá dos patrullas de la Policía Local que se encargarán de regular el tráfico, dado que será necesario apagar los cruces de Damas, León XIII y Goya de forma sucesiva. Los trabajos afectarán a ambos sentidos de circulación, y en el caso de Goya, a toda la intersección con Tenor Fleta y el paseo de Sagasta.

La respuesta del tráfico

Tras la apertura del carril a las bicicletas la siguiente incógnita será conocer la respuesta del tráfico en cuanto empiece el curso escolar. Hasta ahora no ha habido afecciones relevantes por la reducción de la circulación rodada durante agosto. De cara a septiembre, las previsiones de los técnicos no son halagüeñas.

El principal problema se espera entre el tramo situado entre Lagasca y Goya, de subida hacia Torrero, dado que quedará solo un carril para el tráfico a motor que deberán compartir los vehículos privados y el transporte urbano. No solo se espera que pueda provocar un cuello de botella desde la plaza de Paraíso, sino que además hay varias paradas de autobús, por lo que o los conductores se arman de paciencia o buscan itinerarios alternativos.

De hecho, la opción finalmente escogida era desaconsejada por los técnicos, por el gran movimiento de coches en el giro hacia León XIII y por algunas paradas de bus, sobre todo la situada junto al cine Elíseos. Según un informe de Movilidad, el carril bici podría "colapsar" la plaza de Paraíso.

De hecho, la primera opción eliminaba por completo el tráfico en el tramo situado entre Lagasca y Goya, circunstancia que suscitó numerosas críticas por el riesgo de que la vía alternativa (Arzobispo Doménech) quedara atascada. Finalmente el Ayuntamiento decidió dejar un carril. Las previsiones de Movilidad apuntan que se produzca un incremento de un 15% en el tráfico en la avenida de Goya.

Lo que no aclaró el Ayuntamiento de Zaragoza es cuándo se retomarán las obras para enlazar este tramo con el paseo de Cuéllar. Esta zona es menos problemática para el tráfico, dado que quedarían dos carriles para el tráfico, además de la vía ciclista. Pero sí es más costosa económicamente y requiere obras de mayor calado, porque será necesario construir intersecciones en los cruces ciclistas, hacer accesibles algunos pasos de peatones y ampliar refugios y espacios en la calzada.