El Poble Vell, en la memoria de los mequinenzanos

Batiste Estruga y Carlos Cubero, dos vecinos nacidos en el Mequinenza derruido, recopilan en un nuevo libro cientos de fotografías y recuerdos de esta localidad zaragozana.

La construcción del embalse de Ribarroja a cargo de la Empresa Nacional Hidroeléctrica del Ribagorzana (Enher) a finales de los 50 marcó el fin del pueblo viejo de Mequinenza, 'Lo Poble'. Aunque sus aguas no inundaron el pueblo sí que anegaron parte de sus terrenos -la presa que inundaba Mequinenza y Fayón era la presa de Ribarroja-, por lo que finalmente se decidió indemnizar a sus vecinos y derribar el pueblo por completo. En la zona quedarían el edificio de las escuelas, denominado Grupo Escolar de María Quintana, hoy sede de su Museo de Historia.

Enher llegó a Mequinenza a principios de 1956 y los pleitos duraron hasta 1973, fecha en que se construyó el pueblo nuevo, a unos 2 kilómetros de su emplazamiento original, pasando de la margen izquierda del Ebro a ubicarse en la margen derecha del río Segre. Finalmente, el pueblo viejo fue demolido casa por casa tras el comienzo de los derribos el 11 de abril de 1970.

Fue un momento dramático para muchos de sus vecinos, quienes además de tener que dejar atrás sus recuerdos y presenciar cómo desaparecían para siempre las casas en las que habían nacido, habían visto cómo con el paso de los años también se desmoronaba una economía basada en la industria, la minería del carbón y la manufactura textil, apoyada en la navegación fluvial por el Ebro con 'llaüts' (embarcaciones que transportaban el carbón extraído).

En 'Camino de sirga', la novela más popular del escritor mequinenzano Jesús Moncada, se relata con maestría un episodio que ha marcado para siempre el recuerdo de los vecinos de Mequinenza.

Uno de ellos es Carlos Cubero, quien además fue alumno de Moncada en las escuelas de María Quintana y mantuvo una amistad con el profesor y escritor aragonés "porque era amigo de mi padre y también del dueño de Gráficas Sama, la imprenta donde trabajé años más tarde", recuerda.

Hace unos años, Cubero encontró a través de las redes sociales a Batiste Estruga, otro mequinenzano compañero de escuela con quien comenzó a recopilar fotografías del Poble Vell, así como palabras en desuso del habla de Mequinenza. En total, reunieron cerca de 2.000 imágenes y más de 5.000 palabras.

Con todo ese material decidieron editar dos libros en 2015: 'Recuerdos de papel', en dos volúmenes, y 'Paraules d'anà pel Poble', en los que se incluye imágenes y aportaciones cedidas por los vecinos del pueblo. Al año siguiente, Estruga y Cubero lanzaron una nueva obra: 'Mequinenza, 'Lo Poble', el triste final de un pasado y la esperanza de un futuro' (DPZ, 2016), en el que se recoge la historia de la localidad desde que llegó la Enher hasta la construcción del pueblo nuevo (entre 1956 y 1973) a través de testimonios de mequinenzanos que vivieron aquellos momentos.

"Teóricamente, ya habíamos terminado de contar buena parte de la historia reciente del pueblo, cerrábamos el ciclo, pero nos empezaron a llamar vecinos con más fotos e historias que no se habían incluido, así que les pedimos que nos las mandaran por si se nos ocurría seguir. Y así, al final hemos hecho otro libro titulado 'Veins del Poble Vell' ('Vecinos del Pueblo Viejo') en el que se recupera de manera más amplia la memoria del Poble Vell a lo largo de casi 600 páginas", revela Cubero.

Mequinenza es conocida sobre todo por los mequinenzanos como 'Lo Poble'. "Así se llamaba al pueblo viejo y así se sigue citando al nuevo, donde sus calles no tienen nombres propios y pasan a llamarse calle A, calle B, calle C, y así sucesivamente. Por las premuras en hacer el pueblo nuevo se les puso a las calles la letra en que venían reflejadas en los planos", señala.

Entre otras anécdotas, también destaca que "la localidad pasó a ser, tal vez, la única de España en la que todos sus habitantes eran propietarios de sus casas, ya que en su momento abonaron 50.000 pesetas por vecino para su construcción. Y para llevarla a cabo se constituyó una cooperativa".

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