El pabellón de España de la Expo podría ser un museo con recreaciones de dinosaurios

Una fundación de paleontología propone al Gobierno convertir el edificio en sede del proyecto ‘Biodiversa’. Incluiría un centro de investigación sobre cambio climático.

El pabellón de España recibió un lavado de cara el año pasado.
El pabellón de España recibió un lavado de cara el año pasado.
Guillermo Mestre

De momento es un edificio vacío que solo genera costes y que, pese a las múltiples promesas que ha ido recibiendo desde el día en que se proyectó, sigue sin un futuro claro. Pero ya no va a ser por falta de ideas. Una fundación paleontológica ha propuesto al Gobierno central convertir el pabellón de España que se construyó para la Expo de 2008 en sede de su proyecto ‘Biodiversa’. En esencia, proponen que el edificio se convierta en un museo sobre la evolución de la vida y, a la vez, en un centro de investigación sobre los efectos que ha tenido en ella el cambio climático.

El proyecto –que en lo que afecta al Gobierno central estaría en una fase de primera valoración– lo ha presentado la Fundación para el Fomento del Arte, la Ciencia y Objetivos Peleontológicos Singulares (Facops). En su origen, esta fundación –dirigida por el restaurador aragonés Javier Val– estuvo vinculada a la puesta en marcha de Dinópolis en Teruel. Esta entidad lleva varios años organizando de forma itinerante exposiciones en toda España que tienen como protagonistas a fósiles y recreaciones de dinosaurios.

La parte central de la parte museística del proyecto presentado es una exposición que iría recorriendo las diferentes fases por las que han pasado los seres que han habitado el planeta. Entre fósiles, recreaciones de mamuts, dinosaurios y extintos representantes marítimos y florales prometen "mostrar cómo ha evolucionado la vida y la gran riqueza de especies que ha existido hasta la aparición del hombre moderno, concluyendo con el nuevo cambio climático actual".

Junto a la apartado exclusivamente de exposición o museo, el proyecto incluye una vertiente de investigación. Así, la fundación incide en que ya está colaborando con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y propone que el museo incluya un centro de investigación sobre "los impactos del cambio climático". Esa parte del proyecto estaría dirigida por un científico miembro del CSIC. Además, aseguran que contaría con expertos internacionales de reconocido prestigio.

La idea de que ese pabellón tenga algo que ver con el cambio climático está en la propia esencia del edificio. Hay que tener en cuenta que el Gobierno central asumió en 2007 el compromiso de que, una vez finalizase la Expo de 2008, haría de ese edificio en teoría sostenible "un gran instituto investigador sobre el cambio climático".

La promesa la lanzó el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero cuando la ahora presidenta del PSOE, Cristina Narbona, era ministra de Medio Ambiente. Sin embargo, nunca se llegó a cumplir ese compromiso. De hecho, el futuro que el Gobierno central había anunciado para su edificio pasó a ser uno de los más destacados fracasos del plan de reconversión que se ideó para la post-Expo.

"Ciencia y divulgación"

La fundación que ha presentado al Gobierno su proyecto ‘Biodiversa’ pretende de alguna manera dar cierta salida a esa situación. De esta manera, aunque el origen de la colección que tiene la fundación Facops se limita exclusivamente a cuestiones paleontológicas, plantean escenificarla vinculándola con "las consecuencias" que ha ido generando el cambio climático. Según indican en su proyecto, el objetivo es unir "ciencia y divulgación".

La fundación afirma en el documento que ha entregado al Gobierno que ha llevado ya adelante "gran cantidad de proyectos divulgativos que han tenido una gran repercusión mundial". Inciden –primero como empresa y luego ya como fundación (en ambos casos con el nombre Facops)– en que han participado en proyectos que se han desarrollado en España, Francia y han colaborado en Japón, entre otros lugares. En España destacan su participación en Dinópolis. "En él se llevó a cabo íntegramente el diseño, realización y la puesta en marcha del parque entre 1997 y 2002", indican. También señalan su colaboración con el Museo de la Ciencia de Barcelona, el de Valladolid y el Museo del Hombre en La Coruña.

El proyecto destaca además los efectos positivos que podría tener para el turismo en Aragón y, especialmente en Zaragoza. En este sentido, si sus objetivos se cumplen, podría atraer nuevos visitantes a la capital aragonesa que hasta ahora van a centros equivalentes en Comunidades vecinas. Sin embargo, según como se oriente si llegase a ser una realidad, también podría tener incidencia en Dinópolis en Teruel.

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