El edificio del antiguo Café Madrid luce ya su nueva cara tras concluir las obras de rehabilitación que ha ejecutado de manera subsidiaria el Ayuntamiento. Así se decidió ante el mal estado de conservación que presentaba el inmueble y por el riesgo por la caída de cascotes a la vía pública. Las mejoras en el edificio, en la confluencia de la avenida de Madrid con el paseo de María Agustín, han ido más allá de las meras medidas de seguridad, pues –de acuerdo con la propiedad– se decidió aprovechar los andamios para pintar la fachada y hacer cerramientos de pladur en las ventanas. La intervención ha ascendido a 476.000 euros, factura que giró previamente el Ayuntamiento a la propiedad –en múltiples manos, entre ellas, el Banco Santander– y que se abonó de inmediato.

El inmueble sufría las consecuencias de años de abandono, lo que despertó las críticas vecinales y varios requerimientos del área de Urbanismo. En 2015, una sentencia del TSJA denegó la ruina del edificio, tal y como solicitaban los dueños, y obligó a la ejecución de trabajos de mantenimiento y rehabilitación por valor de 2,8 millones. De no llevarse a cabo, el Consistorio podía iniciar las obras subsidiariamente, en cuyo caso las mejoras se limitarían a garantizar la seguridad. Se ha desescombrado todo el interior y se ha actuado tanto en la fachada como en la cubierta, pues se habían sucedido episodios de inundaciones y desprendimientos, y también se detectaron ratas. El edificio se construyó en 1889 y es un valioso ejemplo de la arquitectura del XIX. Entre los últimos supervivientes de la finca se encuentra el restaurante Casa Emilio.