Un padre acusado de violar a su hija de 14 años se declara inocente

El fiscal le pide once años de prisión y la chica reitera en el juicio que la forzó.

El acusado Félix P. C., durante el juicio celebrado en la Audiencia.
El acusado Félix P. C., durante el juicio celebrado en la Audiencia.
Heraldo

"Me declaro inocente. Lamentablemente, sé de lo que me acusan". De esta manera comenzó ayer su declaración Félix P. C., el padre acusado de violar a su hija de 14 años en diciembre de 2015 en casa de un amigo de Azuara. El hombre explicó que esa noche "estaba bebido y había tomado medicamentos para la tensión y los nervios". Recordó también que pernoctaban en esa vivienda porque les habían cortado la luz en la suya. "En esas condiciones, ni siquiera sería capaz de mantener relaciones sexuales, manifestó, insistiendo en que nunca violó a su hija. El fiscal solicitó una pena de once años de prisión, en tanto que la abogada de oficio planteó su libre absolución.

Cuando Félix P. C. se enteró de que su hija le había denunciado le dio "un shock". "Quise suicidarme, aunque no recuerdo lo que pasó", declaró el acusado, quien dejó una nota a su pareja antes de entregarse a la Guardia Civil. "Yo era incapaz de hacerlo. Jamás he faltado al respeto a nadie ni he dado un golpe", se defendió, si bien asumió que no fue un ejemplo como padre y que quizás su hija le tenía odio.

La Sección Sexta de la Audiencia de Zaragoza celebró el juicio en una sala llena de público y la que la chica declaró sin biombo, rompiendo a llorar al terminar de declarar. La hija explicó al tribunal que vio a su padre bebido en un bar de Azuara y se marchó a casa porque ella tenía que madrugar al día siguiente para ir al colegio de Belchite. Cuando estaba acostada, la denunciante notó que su padre se metía en su cama. "Me tocó los pechos y luego se puso encima para penetrarme. Me quedé paralizada y él se fue a la cama de al lado", precisó. Poco después, agregó, que su padre le preguntó si había entrado alguien en la habitación y ella le contestó: "Cállate, ya".

En un centro de menores

La víctima contó la historia a sus amigas del colegio y la atendió una profesora. "No sabía cómo contarlo. Tenía miedo porque mi padre me tiene que cuidar y no fue así. No podía creerlo porque era mi padre", agregó la chica. La adolescente relató que ahora reside en un centro de menores del Gobierno de Aragón desde que el año pasado tuvo un problema con su madre. Sobre la relación con el padre, la hija reconoció: "Chocamos como el perro y el gato. Pero yo iba buscando su atención". Cuando le hicieron la última pregunta, la menor concluyó: "No tengo ninguna duda de que fue mi padre".

La madre de la víctima declaró que ella no creía que el acusado fuera capaz de violar a su hija. Reconoció que le dejó una nota en la que le decía que si le pasaba algo que lo recordara. El amigo que les dejó dormir en su casa dijo que no escuchó nada, aunque dormía en el sofá del salón.

Ante esta coyuntura, la declaración de los forenses y agentes de la Guardia Civil fue muy importante. Sobre todo, porque ellos hallaron restos biológicos en una braga y una sábana de la cama. Los forenses declararon que la chica tenía "un epitema e inflamación" en sus partes que "era compatible" con el relato. Los expertos en ADN reconocieron que hallaron restos biológicos del acusado, si bien no aparecieron restos de semen.

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