En el distrito Centro de Zaragoza, y concretamente en el barrio del Carmen, unas cuantas calles “necesitan un repaso”. Al menos, así lo creen los vecinos de la asociación Puerta del Carmen, que vuelven a recordar algunos de los problemas que se encuentran en la red viaria y que tienen mucho que ver con el estado de la calzada y determinadas zonas de las aceras que presentan baldosas levantadas o poseen bordillos desgastados.

Además de la situación de la calle Ricla, que el pasado mes de marzo volvieron a denunciar a través de HERALDO, por “haber pasado diez años y seguir igual”, se refieren también al escenario de la vía Zoel García de Galdeano que, a su juicio, precisa igualmente de actuaciones de carácter urgente.

Ambas “son las más deterioradas, tanto en su asfalto como en sus aceras”, valora Carlos Terrer, vicepresidente de la AVV, quien explica que esas aceras están levantadas por las raíces de los árboles, y los bordillos y el asfaltado, en “muy mal estado”. Además, consideran que serían necesarios trabajos de poda “porque los árboles, antiguos y con ramas muy grandes, tapan la luz de las farolas y la iluminación deja bastante que desear”.

En la lista de vías marcadas en rojo por este colectivo también están la calle Cánovas –por la salud del firme, “sobre todo en la zona de aparcamientos”, Pérez Galdós -al presentar el “asfalto en muy mal estado y un mal aspecto de las aceras”-, Juana Francés y Calatayud, que comparten similares circunstancias en su calzada. La última, por ejemplo, “soporta bastante más tráfico que antes y el asfalto se ha resentido”, comenta Terrer.

Tanto en las comisiones de Urbanismo como en los plenos del distrito, aseguran fuentes vecinales, se ha abordado el asunto durante el último año, así como se han remitido notificaciones al gobierno municipal explicando la situación de las anteriores calles. Ya en 2009, este colectivo llevó a cabo un estudio sobre el barrio en el que hablaban de problemas observados en varias de ellas, como “la degradación del pavimento del viario, dando lugar a baches en el espacio destinado al tráfico rodado y a bordillos desgastados”.

La calle el Carmen, por el contrario, es señalada como referencia y tomada como modelo de lo que les gustaría para las citadas vías: “Tras su remodelación completa, quedó perfecta”, comentan. Así, “aunque no se pueda actuar en todo”, piden que se tenga en cuenta su situación en futuros presupuestos para que las calles “algunas suman más de 70 años, no queden abandonadas”.

“Hechas una pena”

Ana y Rosa, vecinas de la calle García Galdeano, lamentaban hace unos días la situación de sus aceras y relataban que su madre se cayó allí en una ocasión. “El de las baldosas es un problema más, pues hace años que no se invierte aquí”, opinaban. También “hay baches, algunos árboles están secos, la presencia de excrementos en la calle es habitual y algunos dejan las bolsas de basura entre los árboles”, añadían.

Con un negocio abierto en la misma vía, Carmen Cadena compartía la necesidad de llevar a cabo “un lavado de cara” en ella, y lo extendía a las calles del entorno. Para ella, “las aceras suelen estar mal y las baldosas son viejas, excepto donde se ha construido o se ha realizado alguna obra”. Además, agregaba, “la acera izquierda de la calle Doctor Horno Alcorta, en dirección al paseo María Agustín, se encuentra totalmente inclinada hacia la calzada y no es accesible para quienes van en silla de ruedas”.

A unos metros de distancia, en la calle Cánovas, Jesús reconocía su intención de acudir a la junta de distrito para trasladar el problema. “Es una vergüenza que calles como esta, como Pérez Galdós o un tramo de Doctor Horno, tengan el piso o las aceras hechas una pena desde hace años”. Un arreglo integral como el ejecutado en la calle el Carmen sería la solución para este viandante.