El montaje del mercado provisional comenzará en septiembre y se extenderá más allá de las murallas

La carpa ocupará 1.500 m2 y la zona de cámaras frigoríficas llegará hasta la escalinata de San Juan de los Panetes. El traslado de los detallistas se prevé para mitad de enero.

Recreación de la zona de San Juan de los Panetes.
El montaje del mercado provisional comenzará en septiembre y se extenderá más allá de las murallas
Heraldo.es

Tendrá que estar en pie para el próximo invierno y lo que es seguro es que no pasará desapercibido. La gran carpa para instalar la lonja provisional mientras duren las obras de reforma del Mercado Central se extenderá por detrás de las Murallas Romanas justo hasta las escaleras de San Juan de los Panetes. Tendrá forma de ‘L’ pues también ocupará toda la plaza de César Augusto (allí está previsto que se instalen las cámaras frigoríficas) y el espacio que queda detrás de la fuente de la Hispanidad se utilizará para las operaciones diarias de carga y descarga.

Su superficie alcanzará los 1.542 metros cuadrados, la estructura será reutilizable y su coste, según los pliegos de condiciones para la licitación, ascenderá a 1,4 millones de euros. Será aproximadamente un año el tiempo que la actividad se traslade a esta gran carpa, si bien en el área de Urbanismo son conscientes de que obras tan ambiciosas como la reforma del Mercado Central acostumbran a retrasarse.

Este mercado provisional tendrá dos accesos: uno por la zona donde está la estatua de César Augusto y otra en la calle de Murallas Romanas, donde hoy en día hay terrazas de bares. Los vecinos del entorno de Predicadores y San Blas están preocupados por si la magna estructura dificulta su movilidad e impide algunos de sus recorridos diarios, pero –en principio– el espacio debería ser permeable y no imposibilitar ninguno de los trayectos peatonales actuales. Eso sí, la zona quedará completamente ocupada en fechas señaladas como las fiestas del Pilar (antaño se hacían conciertos junto a las Murallas), la feria de Navidad o la Semana Santa, cuando no pocas procesiones recorren este entorno.

Sin excavaciones

Más quebraderos de cabeza, no obstante, han creado los trabajos en la Comisión Provincial de Patrimonio. No hay que olvidar que tanto el Mercado de Lanuza como las Murallas Romanas y la parroquia de San Juan de los Panetes son Bienes de Interés Cultural y cuentan con un grado de especial protección por lo que las obras tendrán que mimar los citados monumentos. El proyecto pasó por la comisión en abril y se informó favorablemente porque "es respetuoso con el entorno" y, según fuentes de la DGA, los anclajes que precisa la carpa "son muy superficiales". La memoria de seguridad del proyecto ya plantea cerramientos con cerrajería metálica para que no se interfiera en los restos arqueológicos circundantes. Además también especifica que no se requieren excavaciones y "la cimentación se realizará encima del pavimento existente". "Todas las zapatas irán encofradas y posteriormente se completará una reparación del solado", explican.

Una mudanza cercana

El Ayuntamiento pretende iniciar el montaje de la estructura a mitad de septiembre y, contando con que los trabajos se prolongarán durante cuatro meses, se calcula que los comerciantes podrían trasladarse al espacio provisional allá por el 15 de enero.

Son apenas unos metros los que tendrán que recorrer para hacer la mudanza, si bien en su día se especuló con que fueran incluso menos pues se propuso que se instalaran en los pórticos de hormigón de la calle de Salduba. En aquel plan se proponía que los detallistas pudieran utilizar las cámaras frigoríficas de los sótanos del Mercado Central, pero el área de Sanidad de la DGA advirtió de que la venta y las obras podrían ser incompatibles –había dudas también sobre cómo solucionar la carga y descarga– con lo que se corría el riesgo de que se detuvieran los trabajos.

Finalmente se optó por hacer una carpa nueva y exenta, que tendrá estructura metálica, se cerrará con paneles y yeso laminar e incluirá, además de los 75 puestos distribuidos en tres pasillos, cámaras frigoríficas, oficinas, vestuarios, obradores... Habrá que dotar al espacio también de un sistema de acometida eléctrica y de una red de saneamiento adecuada. Este es uno de los motivos por los que las previsiones iniciales de inversión se dispararon hasta los 15 millones de euros que es lo que está previsto que cuesta toda la reforma de la lonja centenaria diseñada por Félix Navarro e inaugurada en 1903.

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