La cancelación de concursos de pesca en el mar de Aragón provocará pérdidas millonarias

El turismo, los comercios de la zona y la recaudación del coto se ven afectados por la decisión de no modificar la ley.

La cancelación de competiciones de pesca en el mar de Aragón ha provocado una importante caída en el turismo en la comarca del Bajo Aragón-Caspe y esto también repercute negativamente en los comercios y establecimientos hosteleros de la zona, así como en la recaudación del coto. Aunque es difícil cuantificarlo, los afectados hablan de "pérdidas millonarias" como consecuencia de no aceptar la modificación de la Ley de Patrimonio Natural –esto impide pescar sin muerte y a los aficionados les gusta capturar y soltar–.

El campeonato mundial de ‘carpfishing’ de 2015 atrajo a más de 3.000 turistas de 30 nacionalidades en el entorno del embalse de Mequinenza, lo que da cuenta del peso que tiene el turismo de la pesca en la zona. Solo en Caspe hay cuatro tiendas especializadas, pero las limitaciones en lo deportivo afectarían "a todo el entramado empresarial", tal y como han explicado en más de una ocasión desde la Asociación Profesional de Empresarios de Caspe.

El presidente de la asociación, José Vicente Sancho, dijo recientemente a este periódico que las reservas de clientes han caído "estrepitosamente". "El turismo se está desviando hacia otros países y este giro de los acontecimientos afectará a todas las localidades de la comarca, puesto que podrían comenzar a cerrar más negocios", añadió.

Más competiciones, en el aire

La presidenta de la Sociedad Deportiva de Pesca de Caspe, Luisa Serra, explicó ayer que hasta la fecha ya se han cancelado las competiciones de ‘carpfishing’ de mayo y junio y aseguró que es más que probable que ocurra lo mismo con la del próximo agosto. "Las que son de orilla se están haciendo, pero con muchísimo miedo porque no sabemos si nos pueden multar ni cuál podría ser la sanción", añadió Serra. Según detalla, cada año, esta sociedad organiza una treintena de competiciones en el mar de Aragón y solo ha podido llevar a cabo una decena.

Este tipo de competiciones duran fines de semana completos y atraen gente de todas las comunidades, así como aficionados de otros países. "Nosotros hemos devuelto este año unos treinta carnés de federados, pero si esto sigue así, el año que viene habrá muchas más bajas", añadió la presidenta de esta sociedad, que reúne a unos 350 deportistas.

Serra aseguró que los aficionados están "muy enfadados" con el hecho de que no se puede capturar y soltar y, sobre todo, los que vienen de otros países, prefieren irse a lugares como Francia, donde esto sí se puede hacer. "Apenas se ve movimiento en la zona y hay muchísimas menos embarcaciones. Eso afecta desde en las gasolineras de la zona hasta en las farmacias donde la gente compra las cremas contra las picaduras. Aquí hay muchas familias que dependen de la pesca", añadió Serra.

Este aseguró también que los ingresos del coto deportivo de caza del mar de Aragón también se han visto mermados y estima que se han reducido "en torno a un 30 o 40%". Los ingresos por permisos y bonos de pesca entre julio y diciembre de 2015 –por aportar otro dato– fueron de 248.000 euros en el mar de Aragón. A esto hay que sumar unos 200.000 euros más del coto del embalse de Ribarroja

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