“Llevamos cuatro años reclamando la limpieza y el mantenimiento de los solares del barrio para que no parezcan escombreras y se llenen de maleza”, manifiestan desde la asociación vecinal Somos Parque Venecia. Hacen hincapié, especialmente, en la docena de parcelas que se encuentran en las plazas San Marcos y Marco Polo del barrio y para las que pretenden encontrar una solución definitiva. “Vamos a intentar que estos solares municipales, seis en cada una de las plazas, catalogados como equipamiento social y educativo, tengan un uso de este tipo y centrado en el medio ambiente”, anuncian en el colectivo.

Su idea, aún en fase inicial, consiste en que los más pequeños del barrio planten su árbol en los anteriores espacios y se encarguen después de su cuidado y mantenimiento. Se trata de “involucrar a los niños en la plantación y el cuidado de un ejemplar que podría llevar su nombre, bajo tutela municipal, de la asociación de vecinos o del Ampa, por ejemplo”, comenta José Antonio Andrés, representante del ente. Consideran este un proyecto “muy viable” dada la cantidad de población infantil que posee Parque Venecia.

Además, según creen en la AVV, “el Ayuntamiento de Zaragoza no va a construir en ellos y, de aquí a muchos años, no va a haber nada”, por lo que “surgen así otras propuestas para aprovecharlos”. Su iniciativa la trasladaron en junio a la comisión de Urbanismo y al pleno del distrito de Torrero.

Ahora, prepararán el proyecto con la intención de presentarlo a la vuelta del verano y trasladarlo formalmente al Consistorio tratando de que “se estudie su viabilidad y poder darle forma”. La próxima semana, la asociación de vecinos y la recién nacida Ampa del colegio Parque Venecia se reunirán para trabajar conjuntamente.

“Invitan al deterioro”

Los solares de las plazas San Marcos y Marco Polo, tal y como explican fuentes vecinales, se limpiaron recientemente para las fiestas del barrio, que tuvieron lugar a mediados de junio. Si bien, “el resto de solares siguen abandonados y el problema es que, en ese estado y al verlos descuidados, invitan al deterioro”, se lamenta José Antonio Andrés.

Con su idea quieren dar salida a dos peticiones vecinales: la del tratamiento vegetal de estos puntos –“muchos vecinos solicitaban que esas parcelas no fuesen un solar seco y vacío, sino que tuviesen vegetación”, defienden-, y la de que los niños contasen con un lugar en el que poder encargarse de su árbol. Así, “eliminamos el problema de la suciedad, les damos uso y ganamos en naturaleza”, opina Andrés.

El presidente del colectivo del barrio cifra en 26 los solares municipales que se ubican en el sector, doce de ellos en las plazas públicas de esparcimiento: ambas plazas “están muy bien preparadas para el uso lúdico y vecinal, pero quizá poseen mucho hormigón y les vendría bien algo más de verde”. En el caso de que fuese posible materializar su propuesta, desde el ente consideran que ello no impediría que en el resto de solares se pudiesen construir en el futuro equipamientos como una guardería, un centro cívico o un centro para mayores. “Si el Ayuntamiento necesita invertir aquí, hay espacio de sobra”, concluyen.