Remeros y piragüistas se reivindican en el Ebro

Decenas de vecinos y deportistas se manifestaron ayer en el entorno del puente de Santiago para reivindicar la reparación del azud y la limpieza del Ebro. Lo hicieron en tierra firme con pancartas, silbatos y vuvuzelas y en alrededor de medio centenar de embarcaciones que colapsaron el cauce.

Pablo Polo, presidente de Iberflumen, destacó que son ya 22 las asociaciones que se han unido a la plataforma Zaragozanos en Defensa del Río Ebro. "Vale de agresiones al río. Demandamos la reparación de todas las agresiones que por abandono o de facto se le han hecho", aseveró.

Para Alfonso Barreras, presidente de la Asociación de Afectados por las Riadas del Ebro, "el río necesita ya un mantenimiento". Por su parte, Francisco Pellicer, geógrafo de la Universidad de Zaragoza que participó "desde el primer momento" en el diseño de las riberas, recordó que se proyectaron "conforme a la estabilización de una lámina de agua que sería aprovechada para usos lúdicos y deportivos". "Todo el proyecto está fundamentado en ese nivel. Si se rebaja y se vuelve a una situación previa, perderemos todo esto", afirmó.

Los manifestantes estuvieron arropados por concejales de PP, PSOE y Ciudadanos. Los clubes estuvieron representados, entre otros, por la Federación Aragonesa de Piragüismo. Su presidente, José María Esteban Celorrio, recordó que el río "ha perdido mucho cauce" y que el azud ha sido "un renacimiento de todas las modalidades deportivas". "Nos ha permitido crecer cuantitativa y cualitativamente", dijo.

Añadió que hacer los cursos de verano "es ya imposible" y que la situación se ha convertido "en un quebranto". Para Francisco Soler, vicepresidente deportivo de Helios, el Ebro actual "es un desconocido", ya que "no hay forma de acceder". "No entendemos que el esfuerzo que se hizo se haya dejado abandonado", afirmó.