El Ayuntamiento sopesa restituir la solera del puente de Piedra en caso de no reparar el azud

El Ayuntamiento estudia restituir la solera del puente del Piedra, rebajada en 2007 para garantizar la navegabilidad por el Ebro, como alternativa a la reparación del azud, averiado desde el día 10. El zócalo sobre el que se asienta esta infraestructura se redujo hace ya 10 años para lograr una profundidad mínima de 1,2 metros y asegurar el paso del Félix de Azara y los Ebrobuses, una medida muy criticada por los colectivos ecologistas, que llegaron a acampar en el puente al considerar que las obras dañaban "el patrimonio natural y cultural".

Esta opción, que muchos comparan con un azud natural, haría que el río recuperase la navegabilidad previa a la Expo y facilitaría el paso de las embarcaciones. El nivel del agua aumentaría entre del Club Náutico y Helios, aunque el cambio, según los piragüistas, sería prácticamente imperceptible. El Ayuntamiento ya ha expuesto a los deportistas esta posibilidad. Lo hizo en la reunión que mantuvieron el pasado jueves en el Príncipe Felipe.

También estudia retirar la península de gravas ubicada frente a Helios, obra que costaría alrededor de medio millón de euros.

Fuentes del área de Deportes aseguraron que estos trabajos podrían llevarse a efecto se arregle o no el azud, siempre "con el permiso de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)". Respecto a la hipotética restitución de la solera, ubicada en la segunda arcada de la margen derecha del río, explicaron que en estos momentos se contempla como "último recurso", ya que antes "habrá que decidir si se repara la compuerta averiada".

De darse el paso, el proyecto se ejecutará "siempre que los informes técnicos y económicos lo permitan". Será necesario, asimismo, estudiar si bastará con echar hormigón o harán falta otros materiales, ya que el puente es Bien de Interés Cultural desde junio de 2002.

Para José María Esteban Celorrio, presidente de la Federación Aragonesa de Piragüismo, restablecer la solera sería "un error", ya que supondría no arreglar el azud –una infraestructura "fundamental" para el colectivo– y "perjudicaría a la zona de Vadorrey". "Nos parecería fatal", reconoció, al tiempo que lamentó que la reparación (en caso de autorizarse) vaya a demorarse hasta octubre.

José Manuel Larroy, del Club Náutico, aseguró que esta opción "limitaría el espacio" de piragüistas y remeros. "Si vienen los que están aguas abajo llegaríamos a juntarnos unos 80", estimó.

Para Selma Palacín, del Monkayak Hiberus, mantener bajadas las compuertas supondría "dejar morir al puerto de Vadorrey".

Los consultados creen que, de haber voluntad, el azud podría haberse reparado "mucho antes".

Los ecologistas, en cambio, verían con buenos ojos que se restituyera la solera "siempre que lo avalen los informes técnicos". José Antonio Domínguez, portavoz de Amigos de la Tierra, recordó que rebajarla tuvo "repercusiones muy negativas", ya que perjudicó a la fauna del entorno. "Se desbarató el régimen fluvial", dijo.

Este y otros nueve colectivos han registrado un escrito en el que solicitan formalmente al Ayuntamiento el desmantelamiento del azud por considerar que "contraviene la Directiva Marco del Agua". No descartan manifestarse en próximas fechas.